Si conoces un poco la cultura japonesa, sabrás del profundo vínculo de unión que existe entre la naturaleza y el pueblo japonés.
De hecho, existen gran número de actividades, tales como fiestas y festivales que de una manera u otra están ligados y relacionados con el clima, las estaciones y en general con la naturaleza (Hanami, Tsukimi, Momiji.......)
En el otoño japonés, existen siete bellas flores representativas de la época y estación, las "Aki-no Nanakusa", al igual que en la primavera son representativas las sietes hierbas o "Haru-no Nanakusa", hierbas silvestres comestibles y propias de la estación. Estas siete flores son:
Hagi: las semillas de hagi se molían y se mezclaban con arroz, mientras las hojas se usaban para hacer infusiones.
Kuzu: son raíces son molidas para obtener un liquido blanco que, una vez seco, se usa para cocinar. aunque sus flores son muy llamativas, lo más característico de esta flor son sus hojas, verdes por un lado y blancas por otro.
Ya se tenía constancia que durante el periodo Heian (794 – 1185), era muy común encontrar estas flores en los jardines de la aristocracia. Asimismo, también las podemos encontrar mencionadas en la literatura y poesía, como en el siguiente poema de Yamanoue Okura, extraído del Manyoshu (colección de poesía japonesa del siglo VIII), la antología más antigua existente de la poesía japonesa:
"Florecen en los campos de otoño,
cuando las cuento con mis dedos
suman siete.
Las flores hagi,
obana, kuzu,
nadeshiko, ominaeshi,
también fujibakama
y la flor asagao"
A lo largo de la historia, las siete flores de otoño o Aki no nanakusa, han aparecido y aparecen representadas y plasmadas en grabados, pinturas, lacas, tallados o kimonos.
Hoy en día, las podemos encontrar en diferentes objetos de uso diario como la carátula de este Iphone, realizada por artesanos de la Prefectura de Fukui, con la técnica maki-e; donde las siete flores aparecen sobre un fondo dorado representando un bello, bonito y otoñal atardecer.
Estas bellas flores proporcionan un especial, admirado y gratificante disfrute visual por su simplicidad, su pequeño tamaño y sus delicados y bellos colores.