No hay un registro exacto de las numerosas y miles de escuelas de Ikebana que actualmente puedan existir solo en Japón. Cada escuela de Ikebana, tiene su propio conjunto de reglas, técnicas, características, costumbres, simbologías y aunque cada una es diferente de la otra, tienen en común el principio de tres líneas que forman el triangulo universal, representado por el Cielo, el Hombre y la Tierra. Algunas de estas escuelas son Enshu, Ohara, Ikenobo, Sogetsu, Ruysei-Ha, Ichiyo, Misho-Ryu, Koryu, Chiko…..…; como se suele decir: ni son todas las que están, ni están todas las que son, pero probablemente, por su antigüedad, prestigio, importancia, relevancia o fama, las más conocidas sean:
Escuela IKENOBO: se considera el alma del Ikebana, la escuela más antigua y tradicional de todas, posee más de 500 años de antigüedad. Fundada por el sacerdote Ikenobo Senkei en el siglo XV; cuentan que el sacerdote contemplaba cómo los fieles acudían a los templos con ramos y flores como ofrenda, y cómo descubrió que según fueran los motivos que llevaban a los feligreses al templo, arreglaban las flores de una manera u otra. Comprendió que quien iba al templo a pedir salud o el que iba a pedir una buena cosecha, plasmaba esos deseos en el arreglo de las flores que llevaba. En el siglo XVIII los diseños eran sobrios y simples, constituidos por tres ramas principales que formaban una unidad para expresar los cambios constantes de la vida. En la actualidad aún perdura con la 45ª generación de maestros de Ikebana.
Escuela IKENOBO: se considera el alma del Ikebana, la escuela más antigua y tradicional de todas, posee más de 500 años de antigüedad. Fundada por el sacerdote Ikenobo Senkei en el siglo XV; cuentan que el sacerdote contemplaba cómo los fieles acudían a los templos con ramos y flores como ofrenda, y cómo descubrió que según fueran los motivos que llevaban a los feligreses al templo, arreglaban las flores de una manera u otra. Comprendió que quien iba al templo a pedir salud o el que iba a pedir una buena cosecha, plasmaba esos deseos en el arreglo de las flores que llevaba. En el siglo XVIII los diseños eran sobrios y simples, constituidos por tres ramas principales que formaban una unidad para expresar los cambios constantes de la vida. En la actualidad aún perdura con la 45ª generación de maestros de Ikebana.
Escuela KORYU: también conocida por Ko. Recibía clara influencia del estilo Ikebono. Sus composiciones eran conocidas como Nageire, caracterizadas por la espontaneidad estilística. La Escuela de Koryu está particularmente preocupada por las reglas y formas geométricas de los diferentes arreglos. Fue fundada en 1900 por Tsunoda Mansaku. El lema de esta escuela es: “ikebana es el reflejo espiritual de uno mismo”.
Escuela MISHO-RYU: fue fundada a principios del año 1800 por Ippo Mishou-sai. La palabra “Misho” quiere expresar ese elemento anterior a la vida, es decir, el origen y la fuente de lo que será posteriormente la existencia del ser. Para el Primer Gran Maestro Ippo Mishou-sai, esa fuente anterior a la existencia era el universo o cosmos, fue reflexionando acerca de las ideas del cielo y de la tierra, del Ying y del Yang, tomado de la filosofía china, de la vida y la muerte, para poder alcanzar de esta manera la esencia del universo y reflejarlo en el Ikebana. A partir de ellas, estableció la forma definitiva de su estilo en las tres ideas del cielo, la tierra y el hombre; de este modo, Ippo Mishou-sai desarrolló y consolidó la teoría del “Kado” (camino de las flores) y la estructura de la composición floral. Por tanto, podemos decir que dicha teoría del “Kado” supone una filosofía basada en una recopilación de la filosofía china, el confucionismo, el taoísmo y el budismo Zen. La Escuela Misho busca por medio del Ikebana, encontrar el camino del propio entendimiento espiritual, aspirando a la liberación de todo aquello que perturbe al alma y llegar a la consecución de la verdad.
Escuela OHARA: a principios del siglo XX, Ohara Unshin fundó su escuela e introdujo su propio estilo, llamado Moribana. Al principio los deseos de Ohara era ser escultor, pero como no pudo, se dedicó al Ikebana. Empezó aprendiendo en la escuela Ikenobo, pero le pareció un estilo demasiado rígido. Por eso decidió crear su propia escuela añadiéndole materiales extranjeros, ya que el autor tenía más libertad de expresión. A lo largo del siglo XX, esta escuela ha cosechado más éxito que las antiguas escuelas.
Escuela SOGETSU: también creada en el siglo XX. Fue creada por un grupo de críticos que no estaban de acuerdo con los estilos clásicos que fundaron la Escuela Sogetsu (1927), liderada por Sofu Teshigahara. En esta escuela y con la introducción de su estilo, el Zen´ei ikebana, se da una total libertad al artista, revolucionando el mundo del Ikebana con la introducción de nuevos materiales como plástico, yeso o acero en sus creaciones.
Escuela ENSHU: escuela de la cual formo parte, no es la más antigua, ni la más importante, pero es mi escuela y como tal creo que hablar de ella, merece un apartado aparte.
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