martes, 20 de octubre de 2015

Aki no Nanakusa: las siete flores del otoño

Si conoces un poco la cultura japonesa, sabrás del profundo vínculo de unión que existe entre la naturaleza y el pueblo japonés.

De hecho, existen gran número de actividades, tales como fiestas y festivales que de una manera u otra están ligados y relacionados con el clima, las estaciones y en general con la naturaleza (Hanami, Tsukimi, Momiji.......)



En el otoño japonés, existen siete bellas flores representativas de la época y estación, las "Aki-no Nanakusa", al igual que en la primavera son representativas las sietes hierbas o "Haru-no Nanakusa", hierbas silvestres comestibles y propias de la estación. Estas siete flores son: 

Hagi: las semillas de hagi se molían y se mezclaban con arroz, mientras las hojas se usaban para hacer infusiones.




Kuzu: son raíces son molidas para obtener un liquido blanco que, una vez seco, se usa para cocinar. aunque sus flores son muy llamativas, lo más característico de esta flor son sus hojas, verdes por un lado y blancas por otro.




Oana: también llamada susuki, esta relacionada con la luna. De hecho, en el festival Tsukimi, el susuki se presenta como ofrenda a la belleza de la luna, junto con bolitas de arroz "dango".




Ominaeshi: en la literatura clásica japonesa, esta flor se identificaba con una mujer bella, ya que a menudo se refiere a ella como “flor doncella”.




Nadeshiko: También conocida como “clavel silvestre”, literalmente significa “caricia de niño”.




Asagao: Esta es una flor muy sorprendente, ya que un día sus flores pueden brotar de color púrpura, para al día siguiente brotar con flores rosa, violetas, hasta azul claro.




Fujibakama: Se usa con propósitos medicinales para la diabetes. Cuando se muelen las hojas, suelta un aroma como el de la lavanda, de ahí que también sea usada como fragancia.




Ya se tenía constancia que durante el periodo Heian (794 – 1185), era muy común encontrar estas flores en los jardines de la aristocracia. Asimismo,  también las podemos encontrar mencionadas en la literatura y poesía, como en el siguiente poema de Yamanoue Okura, extraído del Manyoshu (colección de poesía japonesa del siglo VIII), la antología más antigua existente de la poesía japonesa:

"Florecen en los campos de otoño,
cuando las cuento con mis dedos
suman siete.
Las flores hagi,
obana, kuzu,
nadeshiko, ominaeshi,
también fujibakama
y la flor asagao"

A lo largo de la historia, las siete flores de otoño o Aki no nanakusa, han aparecido y aparecen representadas y plasmadas en grabados, pinturas, lacas, tallados o kimonos.




Hoy en día, las podemos encontrar en diferentes objetos de uso diario como la carátula de este Iphone, realizada por artesanos de la Prefectura de Fukui, con la técnica maki-e; donde las siete flores aparecen sobre un fondo dorado representando un bello, bonito y otoñal atardecer.



Estas bellas flores proporcionan un especial, admirado y gratificante disfrute visual por su simplicidad, su pequeño tamaño y sus delicados y bellos colores.