jueves, 4 de febrero de 2010

Otros artes

Siempre me ha llamado la atención esa facilidad innata que poseen los japoneses de poder aunar, unir y fundir lo más moderno e innovador con los más tradicional y ancestral, la tecnología de vanguardia con las costumbres más antiguas.

Este blog habla primordialmente del Ikebana (arte floral japonés), uno de estos artes antiguos, ancestrales y tradicionales; pero también de otros que necesariamente van ligados al mundo Ikebana y otros que forman parte de la cultura japonesa. En el camino por saber, conocer y averiguar más sobre el Ikebana voy descubriendo otros artes, costumbres, disciplinas no menos fascinantes y tradicionales, así como sorprendentes y curiosas.

Se puede decir que el arte japonés es un arte religioso, ceremonial, amante de la naturaleza, refinado, protocolario, espiritual, contemplativo, sentimental, misterioso……..

Son muchos los artes, disciplinas y costumbres que la cultura y arte del Japón nos ofrece. La cultura y el arte japonés no es solo antiguo, milenario y ancestral, sino rico y variado; al igual que sucede con las innumerables Escuelas de Ikebana, los que enumero, ni son todos los que están, ni están todos los que son, desde lo más conocidos como el bonsái, la ceremonia del té, el kimono, la caligrafía, la pintura, la seda, el lacado, a los más desconocidos y curiosos como el furoshiki, el incienso, pasando por el shiatsu, las artes marciales, y así hasta un largo etc.

Los que a continuación trato de explicar, o bien están relacionados de alguna manera con el Ikebana, o simplemente me han llamado la atención por resultar sumamente curiosos.

La Ceremonia Japonesa del Té es una forma ritual de preparar té verde sirviéndose a un pequeño grupo de invitados en un entorno tranquilo. Dado que quien realice la ceremonia debe estar familiarizado con la producción y los tipos de té, además del kimono, la caligrafía, el arreglo floral, la cerámica, incienso y un amplio abanico de otras disciplinas y artes tradicionales además de las prácticas de la ceremonia en el colegio, el estudio de las mismas toma muchos años, a menudo una vida completa. Incluso para participar como invitado en una ceremonia del té formal se requieren conocimientos de los gestos y posturas adecuados y las frases que se esperan, la manera apropiada de tomar el té y los dulces y la conducta general en la sala del té.

El Kodo (camino de la fragancia), es el arte japonés de apreciación del incienso o Ceremonia del incienso, conlleva una conducta y códigos determinados, donde incluye todos los aspectos del proceso, desde las herramientas utilizadas, muchas de las cuales, igual que en la Ceremonia del té son objetos de arte, hasta actividades lúdicas. El Kodo es uno de los tres artes clásicos del refinamiento japonés, (kadō/ikebana/arreglo floral, kōdō/incienso, y chadō/Ceremonia del té), pero es relativamente desconocido en el Japón actual y la menos conocida de las tres. Cuando se practica Kodo, un plato de mica se coloca sobre brasas y dentro de este plato se colocan las maderas fragantes o el incienso. La madera no es directamente quemada pero ofrece su fragancias en forma sutil. Parece que todo gira alrededor del sentido del olfato, pero el secreto del Kodo esta en “percibir”, los participantes de la ceremonia no “huelen” la madera fragante o el incienso, en cambio ellos lo “perciben”, sin abrir tanto las fosas nasales a las fragancias sino su corazón y su espíritu.

El Shodo (camino de la escritura) es la caligrafía japonesa, es una de las bellas artes más populares en Japón. Se considera un arte y una disciplina muy difícil de perfeccionar y se enseña como una materia más a los niños japoneses durante su educación primaria. Proviene de la caligrafía China, y se practica a la usanza milenaria, con un pincel, un tintero donde se prepara la tinta china, pisapapeles y un pliego de papel de arroz. El shodō practica la escritura de caracteres japoneses hiragana y katakana, así como caracteres kanji derivados de la escritura china. Actualmente existen calígrafos maestros en este arte que son contratados para la redacción de documentos importantes. Además de requerir una gran precisión y gracia por parte del calígrafo, cada carácter kanji debe ser escrito según un orden de trazo específico, lo que aumenta la disciplina requerida a quienes practican este arte. La caligrafía japonesa no es solo la belleza, sino también es el sentido, en buena parte más complicado que significación de jeroglífico escrito con el pincel. La armonía y delicadeza de líneas no solo despiertan el placer estético, sino nos transmiten la sabiduría milenaria. Cada línea tiene su sentido, cada movimiento del pincel de calígrafo crea algo bello.

El Bonsai, palabra japonesa que significa literalmente bon = bandeja + sai = plantar y consiste en el arte de cultivar árboles y plantas, reduciendo su tamaño mediante técnicas, como el trasplante, la poda, el alambrado, el pinzado, etc., y modelando su forma para crear un estilo que nos recuerde una escena de la naturaleza. El arte del bonsái se originó en China hace unos dos mil años, como objeto de culto para los monjes taoístas. Para ellos era símbolo de eternidad, el árbol presentaba un puente entre lo divino y lo humano, el cielo y la tierra. Durante siglos la posesión y el cuidado de los bonsáis estuvo ligado a los nobles y a las personas de la alta sociedad. Según la tradición, aquellos que podían conservar un árbol en maceta tenían asegurada la eternidad. Un bonsái suele exponerse en un tokonoma (pequeño altar en las casa tradicionales)acompañado de un cartel (kakemono) y/o un arreglo floral (ikebana), o una planta de acento (kusamono), o un roca (suiseki).

El Origami es el arte de origen japonés del plegado de papel, para obtener figuras de formas variadas. En español lo conocemos como 'papiroflexia'. En el origami no se utilizan tijeras ni pegamento o grapas, tan sólo el papel y las manos. Por lo tanto, con sólo algunas hojas de papel pueden obtenerse distintos cuerpos geométricos (incluso a veces, poliedros) o figuras parecidas a la realidad. Las distintas figuras obtenidas a partir de una hoja de papel pueden presentar diferentes áreas (según la porción de papel que queda debajo de otra) y varios volúmenes. En mi escuela y durante el periodo de las Navidades, los Ikebanas que realizamos para Navidad y Año Nuevo, suelen ir acompañados de un origami, normalmente una grulla que simboliza larga vida y felicidad.

El Kimono es el vestido tradicional japonés, que fue la prenda de uso común hasta los primeros años de la posguerra. El término japonés mono significa ‘cosa’ y ki proviene de kiru, ‘llevar’. Los kimonos tienen forma de letra "pola" y llegan hasta las partes bajas del cuerpo, con cuellos escote en "tita" y amplias mangas. Hay varios tipos de kimonos usados por hombres, mujeres y niños. El corte, el color, la tela y las decoraciones varían de acuerdo al sexo, la edad, el estado marital, la época del año y la ocasión. El kimono se viste cubriendo el cuerpo en forma envolvente y sujetado con una faja ancha llamada obi. Antiguamente, el kimono se confeccionaba con un material rústico pero cuando Japón se fue influenciando por la cultura china y coreana, se introdujo la seda, haciendo que el kimono fuera un traje suntuoso.

El Suiseki es una roca esculpida por la fuerza de la naturaleza, apreciada y venerada porque posee la fuerza de sugerir con su forma un animal, un paisaje, un objeto. En general no es más pequeña que la mano humana. Un suiseki se puede presentar bien en una pequeña plataforma de madera tallada especialmente para albergarlo llamada daiza o sobre una bandeja grande y plana (suiban) llena de arena o de agua que nos ayuda a imaginarlo en un entorno natural. Un buen Suiseki tiene el poder de representar a los ojos del ser humano, en unos pocos centímetros, la tierra entera y el cosmos.

El Furoshiki es una de esas disciplinas o artes que no esta relacionada con el ikebana; pero por su curiosidad he querido explicar de que se trata. El Furoshiki es una tela cuadrangular tradicional de Japón, que es utilizada para envolver y transportar todo tipo de objetos, desde ropa y regalos hasta botellas de vidrio o cualquier otro objeto. En la cultura japonesa, resulta vergonzoso desperdiciar cualquier producto sin antes haber aprovechado al máximo sus posibilidades. Según los registros históricos, la aparición del furoshiki data del período Muromachi (entre los años 1392 a 1573); los ciudadanos de la época lo usaban para envolver sus ropas en los baños tradicionales japoneses (Ofuro), para no confundir o mezclar la ropa, así utilizaban el Furoshiki y dejaban su vestimenta encima de ella. Eventualmente su uso se difundió y comenzó a ser utilizada por comerciantes para proteger sus mercancías o sus regalos. Actualmente el Furoshiki está hecho de diferentes telas, incluyendo seda, algodón, rayón y nylon. Y aunque este arte se sigue ocupando en Japón, su uso ha ido decayendo, debido a la gran demanda de bolsas de plástico que existe hoy en día.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Cultura, arte y naturaleza

La cultura japonesa se caracteriza por una preferencia por la gracia interior, en oposición al esplendor exterior. El sentido de la belleza sugiere un mundo de armonía estética y emocional.

Posiblemente influenciados por su religión sintoísta, los japoneses conceden una gran importancia a la armonía entre el hombre y la naturaleza. Así esta armonía la muestran en todas las facetas de su vida, se puede contemplar claramente en el cuidado diseño de edificios, parques y jardines que tratan de conservar en lo posible las formas de la naturaleza. Los japoneses asimilaron y reinterpretaron magistralmente materiales y conceptos estéticos y filosóficos, logrando crear un arte singular, caracterizado por su refinamiento y exquisitez, donde lo pequeño, liviano y reemplazable llega a superar grandes realizaciones de otras culturas.


El espíritu japonés venera a las fuerzas de la Naturaleza que se manifiestan en el sintoísmo, budismo y más tarde en el Zen. Esta filosofía no conoce dios ni culto, ni se puede transmitir con palabras, sólo sugerir mediante símbolos que conducen a ese estado. De ahí deriva la unidad entre contemplación, intuición, poesía y estética, que se manifiesta en la ceremonia del té (Chanoyu), el arreglo floral (Ikebana), la arquería (Kendo), el teatro No, los Haikurus (poemas de diecisiete sílabas), la caligrafía (Shodo), la ceremonia del incienso (Kodo), la pintura y en otros artes.

El arte y cultura japonesa evidencian la proximidad entre la creación artística y una profunda intuición filosófica de la realidad.