jueves, 18 de marzo de 2010

Sakura "made in Spain"

Para los que por los motivos que sean, de momento no hemos podido viajar a Japón para contemplar el Sakura y mientras "hacemos hucha"; los que gozamos de vivir en España, tenemos otra opcion mucho más cercana y comparable que no deja de ser un verdadero espectáculo para los sentidos. Por si solo, un simple cerezo en flor es digno de contemplar y admirar.

Entre dos montañas en la provincia de Cáceres y muy cerca de Portugal, hay una comarca, el Valle del Jerte, en la que una vez al año y por sólo unos días, ve como sus colinas y laderas aparecen nevadas de flores blancas. Cuando empiezan a desaparecer las nieves de las cumbres, otro blanco se extiende por sus laderas, el blanco puro y aromático de la flor del cerezo, se produce un hecho espectacular e irrepetible que llena de emoción a todos aquellos que lo contemplan. Un millón de cerezos cubren de flores el campo, un paraíso teñido de blanco, el paisaje es sensacional puesto que el blanco de los pétalos llena de belleza y luminosidad el paisaje dando la sensación de que ha caído una inmensa nevada. El magnífico olor de las flores hace que la primavera sea muy especial en todo el valle. La floración de los cerezos, se suele producir durante la segunda quincena de marzo y primera semana de abril, todo dependerá de la climatología y tiene una duración aproximada de 10 días en condiciones climatológicas normales.

Este año con el invierno tan frio y lluvioso que hemos sufrido, se prevé que sea para finales de marzo y principio de abril; ¡aún estamos a tiempo!.

Tan especial es este momento que durante la última quincena de marzo, los habitantes de la comarca celebran el acontecimiento con la Fiesta del Cerezo en Flor, una gran fiesta que inaugura la temporada de la cereza, una de las frutas más exquisitas de la temporada; organizando y festejando con diferentes actividades, exposiciones, degustaciones, verbenas, rutas, romerías entre los distintos pueblos de la comarca.

Al igual que ocurre con el Sakura japonés (según me han contado), el poder contemplar el Sakura español hace sentirte tranquilo y relajado, con una sensación de paz, serenidad e incluso alegría. Te lo podría contar, lo podría relatar y describir, pero si tienes ocasión y posibilidad, lo mejor es vivirlo; yo en dos ocasiones he tenido ese privilegio: no podemos ir con prisas, déjate llevar por los sentidos, viaja tranquilo, para de vez en cuando, siéntate al lado del camino, escucha el murmullo de los arroyos, recorre antiguos caminos de peregrinos y emperadores, busca rincones escondidos donde “escuchar” la naturaleza, en los numerosos miradores para y respira profundamente, extiende la vista hasta que se pierda ……; el espectáculo en verdad, lo merece.

Dicen que no hay dos sin tres, creo que volveré, bueno volveremos....................

1 comentario:

  1. "...no podemos ir con prisas, déjate llevar por los sentidos, viaja tranquilo, para de vez en cuando, siéntate al lado del camino, escucha el murmullo de los arroyos,..." ...y si tienes alergia...¡a joderse y a contemplarlo en fotos desde tu casa! ¡jajajajaja!

    Increible lo que se aprende sin sospecharlo, Pablokira Sanahujamoto Guerrashami.

    Mira que siempre he sido un poco reacio a mirar "un poco mas" hacia Oriente, ya que odio a muerte el anime japonés, el alto nivel de tradicionalismo en el que aún viven (que se lo cuenten a las mujeres japonesas -Yosijiro Ozu lo retrató fantásticamente-) y la prostitución constante que hacen de la tecnología occidental, pero he de reconocer que me has tenido una horita absorto con la cultura natural/floral/arquitectónica de los "solnacientenses". De hecho...aunque no sea "exactamente" fan del Origami, si que siempre he estudiado formas de manejo y plegado del papel...pero...¡shhhh!...que no se entere nadie o mi reputación caerá por los sielos (como si no lo estuviera ya, claro...)

    Confieso (y solicito piedad y mi merecido "ego te absolvo") que intenté tener y hacer un pequeñín jardín Zen en casita...ya sabes...de esos que miden 20x10...centímetros...y al final me pasaba mas tiempo intentando recrear el estadio de Olimpia e inventarme mi propia versión de los primeros juegos olímpicos, que en seguir las premisas estructurales que tenía que plasmar en el jardín. Bueno...como lectura añadida a tu comentario he de decir que los jardines Zen estimulan la tontería crónica si se distorsionan sus formas...y yo soy el ejemplo claro de la premisa anterior...

    Y si hablamos de bonsáis...pues casi mejor que no digo nada...no sea que algún ecologista lea estas palabras y mande un misil tierra-tierra a mi casa por hereje...

    Gracias por tan precisa y detallada información sobre la cultura japonesa. Por favor, continúa (o te meto "dos yoyas" que....jejejejeje).
    Antonio Beltrán

    P.D.: Entre mi hermana con China y tú con Japón menuda "panzá´" a cultura oriental me estáis dando, majos...

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