"El correcto y adecuado manejo de las flores, refina la personalidad" (Bokuyo Takeda)
viernes, 7 de enero de 2011
Destino España TVE 1: Madrid. Emisión del programa.
lunes, 3 de enero de 2011
¡Feliz "Usagidoshi"!, ¡Feliz "Año del Conejo"!
Millones de personas en Japón se habrán desplazado hacia los templos budistas del país desde la noche del 31 de diciembre para pedir protección y suerte para el Año Nuevo en salud, dinero, negocios, amor, estudios, pareja .....
El 2011 da inicio a este año siendo de gran importancia para el país, ya que el conejo según la tradición nipona representa y simboliza la gracia, los buenos modales, el consejo sano, la bondad y amabilidad, la sensibilidad a la belleza, la fortuna, la abundancia, la paz y la prosperidad.
Las personas nacidas en el año del conejo poseen uno de los signos más afortunado; amantes de la paz, impecables en la búsqueda de una buena vida, inteligente en los negocios y con la mente creativa pero a veces cambiantes.
El horóscopo japonés viene de la tradición china y está formado por 12 animales y 5 elementos, cada persona está representada por uno de estos dependiendo del año de nacimiento. Estos son: la rata, el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el jabalí. Los 5 elementos están formados por: el metal, la tierra, el fuego, la madera y el agua.
Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, vivía un dios en el fondo de una montaña. Un 30 de diciembre, dicho dios envió unas cartas a todos los animales del país. Estos la recibieron al día siguiente. La carta decía: "El primero de enero por la mañana, quiero que vengan aquí, y según el orden en que lleguen, del primero al décimo segundo, designaré su jerarquía entre todos los animales, correspondiéndole a cada uno un año". Los animales estaban muy animados con la carrera. Todos pensaban:"¡De todas maneras seré el jefe!", pero un sólo animal, el gato perezoso, no leyó la carta, sino que la rata le "informó" sobre el asunto. Pero la rata traviesa, en lugar de decirle al gato que el primero de enero deberían de llegar al lugar designado, le mintió diciéndole que la fecha de llegada era el segundo día de enero. El gato le agradeció por la información. Todos los animales decían: "Mañana tengo que levantarme muy temprano, por eso ya me voy a dormir".Así lo hicieron todos, excepto el buey que dijo: "Yo ya voy a salir porque soy lento caminando". La rata que estaba viendo eso, trepó al lomo del buey y dijo: "¡se está muy cómodo aquí!". El buey sin darse cuenta, siguió caminando. El resto salió a la mañana siguiente. Todos se dirigieron corriendo a la casa del dios. A la salida del sol del nuevo año, apareció primero el buey en el lugar fijado. ¡No, no fue el buey, fue la rata!; esta saltó a tierra desde el lomo del buey y dijo,"¡Dios! ¡Feliz Año Nuevo!", el buey se sintió humillado. Los otros animales llegaron sucesivamente. El dios les dio la bienvenida y anunció: "El primer lugar es para la rata, le siguen el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y por último, el jabalí". Así empezó la fiesta de los animales elegidos. En ese momento apareció corriendo el gato, muy furioso y dijo: "¡Con que me has engañado!", refiriéndose a la rata. Esta huyó en cuanto vio al gato, quien no pudo contener su cólera porque no pudo ser elegido. Por eso todavía el gato sigue persiguiendo a la rata.
En este recién y estrenado 2011 tenemos asuntos pendientes, nuevos proyectos y muchos deseos para que todo nos salga bien. Aprovechemos la suerte del "conejo", olvidemos lo malo que haya pasado el año anterior, aprendamos de nuestros errores y hagamos de este 2011 un inolvidable Año del Conejo.
新年明けましておめでとうございます
¡¡¡akemashite omedeto gozaimasu!!!
¡¡¡Feliz Año Nuevo!!!
¡¡¡Feliz "Usagidoshi"!!!
viernes, 17 de diciembre de 2010
Navidades niponas
Tampoco en estas fiestas pueden faltar los ikebanas; estos desempeñan un papel importante pues a través de los arreglos se expresan deseos y propósitos para el mundo de su entorno.
En la composición de estos se suelen utilizar el pino, símbolo de la juventud eterna porque siempre está verde; bambú, representa la paz y la tranquilidad; el ciruelo, simboliza la paz y pureza; el crisantemo, una larga vida ….. Los ikebanas que realizamos en mi escuela, además de utilizar los materiales antes mencionados, solemos usar también piñas, pequeñas Flores de Pascua o poinsetias, velas y pequeñas figuras de “origami”, normalmente una grulla que simboliza la longevidad, salud y felicidad; la grulla en Japón es un animal sagrado que dicen puede vivir hasta 1000 años, de aquí su simbología.
La foto que a continuación os muestro es un detalle de uno de los ikebanas de Navidad que he realizado.
Y llegado a estas alturas no me queda mas que compartir con todos vosotros mis mejores deseos navideños de amor, paz y amistad; que tengáis amor y no dolor; que escuchéis te amo y te quiero, no sólo silencio; que os den amistad y no soledad; que os abracen sinceramente y no os den palmaditas en la espalda; que tengáis días de luz y no de oscuridad; que os hablen con la verdad y no con mentiras; que os acaricien vuestras manos y no la brisa del viento; que os digan “te extraño”, y no sólo “cómo estás”; todo esto os deseo y más en estas Navidades…..
¡Feliz Navidad!
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Haikus de otoño
Tradicionalmente está formado por tres versos, describe de manera muy breve y concisa un instante, un momento, un flash que ilumina ese preciso instante; normalmente relacionado con la naturaleza y casi siempre un paisaje contemplado en las diferentes estaciones del año.
Según Matsuo Basho, que fue considerado el padre del género, “un haiku es simplemente lo que está sucediendo en ese lugar en ese momento”.
Espero que estos cortos, breves, escuetos y concisos "haikus de otoño", llenos de sentimientos, pensamientos y percepciones, os gusten.
el mar y el campo tienen
el mismo verde (Matsuo Basho)
Plenilunio de otoño;
paseo en torno al estanque
toda la noche (Matsuo Basho)
Cientos de colinas
miles de arces carmín
y un solo arroyo (Masaoka Shiki)
también hay alegría
en estar solo (Yosa Buson)
Mañana de otoño,
detrás del visillo
renuevo mis propósitos (Yosa Buson)
El viento de otoño
mueve la persiana de bambú
mi corazón (Hattori Ransetsu)
Nace el otoño.
Se deslizan las nubes
y se ve el viento (Miura Chora)
En atuendo de viajante,
una grulla en las lluvias tardías de otoño:
el venerable maestro Basho (Miura Chora)
En el estanque
la hoja flotante se mueve.
Noche fresca (Takahama Kyooshi)
martes, 2 de noviembre de 2010
El otoño de mi barrio
Ayer mientras paseaba a Sockers (mi perro) hice estas fotografías con el móvil; donde he tratado de reflejar el cambio de color de los diferentes arboles de la zona, que aunque permanecen bastante verdes, pues esta siendo un otoño muy suave, ya podemos ver en la mayoría el cambio de color de sus hojas; como los granados de la foto superior o bien los cerezos que en primavera fotografié, van cambia de aspecto, del entonces color rosa de la flor del cerezo al amarillo, ocre y rojizo de las hojas, de la foto inferior.Estoy seguro que hay otras muchas zonas por Madrid o por otras ciudades y pueblos de nuestra geografía, que nos permiten disfrutar del romántico y cromático otoño.
viernes, 22 de octubre de 2010
Los colores del otoño español
No obstante y al igual que tenemos “sakura español”, también podemos hablar y disfrutar del “koyo español”, nuestro otoño no desmerece nada del “koyo” japonés; el paisaje en esta época es el protagonista principal cuando llega y nos visita de nuevo. Tenemos el privilegio de vivir en un país rico y variado por su cultura, costumbres, gastronomía, geografía..... Este tipo de “espectáculos naturales” es muy seguido por los amantes de la naturaleza en diversos puntos del planeta, no solo en Japón, en otras partes del mundo y por supuesto en España.
En mi opinión es el otoño la estación más vistosa y sin duda la más romántica que también llega a nuestros bosques, parques y jardines, las hojas de los árboles caducifolios van cambiando día a día, poco a poco su aspecto y color. Una estación ideal para observar cómo la naturaleza muta y cambia ante nuestros ojos, lugares ideales y espectaculares que cambian con el follaje otoñal, una estación que se presta a caminar y recorrer las áreas naturales, los parques nacionales, los caminos pequeños que conectan pueblos y comarcas, sus bosques, parques y jardines, paisajes renovados con la paleta que traen los colores del otoño; días templados, hojas caídas por el peso del primer del rocío, tiempo de calma y reflexión que invitan a la lectura, a escuchar música, a relajarse, tiempo de vendimiar, de salir a buscar setas por el bosque, tiempo de reentré en las ciudades, de renovada actividad......
A lo largo de toda nuestra geografía son muchos los espacios donde contemplar y disfrutar este espectáculo de color: Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca), Selva de Irati (Navarra), Castañar de El Tiemblo (Ávila), Hayedo de Montejo de la Sierra (Comunidad de Madrid), Bosque de Soto de Sajambre (León), Bosque de Turieto Bajo (Huesca), Bosque de Muniellos (Asturias), Valle del Ambroz (Extremadura).....; espacios naturales o simplemente parques y jardines, como el Parque del Retiro en Madrid, los que nos ofrecen excelentes opciones para acercarnos y disfrutar del progresivo cambio cromático de las hojas de los arces, castaños, abedules, hayas, fresnos, olmos, chopos, acacias, tilos, sauces, nogales, álamos, quejigos, robles…….
viernes, 8 de octubre de 2010
"Koyo": las hojas rojas del otoño japonés
Dicen que junto a la estación de la primavera, el otoño es la estación más bonita e impresionante para visitar Japón, es ahora cuando los paisajes nipones explotan en mil colores, aseguran que la tercera estación del año es la que más deslumbra al visitante, debe ser especialmente hermoso poder contemplar el colorido y tonos de los árboles, el espectacular cambio de color de las hojas de los árboles, del variado amarillo, al naranja, ocre, marrones y tonos rojizos de los bosques y jardines del otoño japonés; esta contemplación es una tradicional afición de los japoneses.
En Japón, se dice que el otoño es una buena época tanto para la comida como para la lectura y el deporte. Y no es de extrañar, puesto que después de un verano caluroso y húmedo como el japonés, en el que a uno se le quitan hasta las fuerzas y el apetito, el otoño trae muchos días de tiempo agradable, de temperaturas suaves y de preciosos y coloridos paisajes, escenario en el cual uno recupera el apetito y puede disfrutar de la gran variedad de productos e ingredientes otoñales, así como de las temperaturas ideales para sentirse cómodo tanto en el interior de las casas, embebido en lecturas varias, como al aire libre practicando deporte, motivo ideal para que por todo el país, se organizan festivales otoñales de toda índole: deportivos, culturales, gastronómicos ……..
Quizás la celebración o fiesta otoñal más popular sea la conocida como el “koyo”; literalmente esta palabra significa "hojas rojas" y rinde culto al follaje otoñal y sus espléndidas tonalidades. El “koyo” podríamos decir que más que un día festivo es un periodo, el periodo o época ideal para contemplar paulatinamente el cambio de color de las hojas de los árboles. Es una celebración más tranquila, debido a que las hojas rojizas y ocres no desaparecen tan rápido como las flores del cerezo. Por ello, se toma con más calma, aunque no es menos popular ir a disfrutar del sobrecogedor y visual espectáculo de las hojas secas y sus colores tan hermosos.
La temporada de “koyo” abarca los meses de septiembre, octubre y noviembre, y al igual que el “hanami” durante la primavera, se puede disfrutar desde los jardines públicos, a las calles alfombradas de rojo de muchas poblaciones o realizando excursiones en las afueras.
Así como en la primavera los japoneses se reúnen en los jardines o parques japoneses para celebrar el “hanami” (floración del cerezo), al comienzo del otoño se vuelven a reunir en el “koyo”, para celebrar el “momiji-gari” (avistamiento de las hojas de arce). Las hojas del arce japonés o “momiji”, son especialmente bellas, en esta época adquieren un caracteristico color rojizo, dejando fantasticos e increíbles paisajes coloristas; posiblemente sea el arbol más caracteristico del “koyo” y sin duda, el símbolo del “koyo” otoñal; pero otros árboles como el milenario “ginko” ofrece unas hermosas pinceladas doradas o el “zelkova” (olmo de agua) con sus tonos color terracota.
El otoño trae también su encanto y lo que “sakura” y “hanami” es para la primavera, la celebración del “koyo” y el “momiji-gari” es para el otoño.