miércoles, 13 de enero de 2010

Estilos de Ikebana

Son miles de Escuelas de Ikebana, las que funcionan solo en Japón. Actualmente el Ikebana se ha extendido por todo el mundo, con la formación y aparición de diferentes escuelas, asociaciones, organizaciones. El estilo del Ikebana ha ido evolucionando con el paso del tiempo, aunque en la mayoria de las Escuelas, se practican principalmente los estilos siguientes:

Estilo Rikka

Posiblemente sea el primer estilo conocido, la base del resto de estilos. En el siglo VI los arreglos florales, hasta entonces desconocidos, comenzaron a verse en ambos lados de los altares de los templos budistas, los cuales se extendieron por todo el país en los siglos subsiguientes. Rígidos y voluminosos, con el objeto de conservar la armonía con el imponente templo, estos “Rikka” o “flores enhiestas” se destacaban en alto grado sobre ornados recipientes de bronce. Las extremidades de sus ramas, como también las flores, señalaban hacia el cielo para indicar la fe. También se podía dividir entre una parte de luz y otra de sombra (algo que en China se conocía como Ying y Yang). En un principio lo componian siete lineas, cada una de las cuales representaba una parte del Monte Meru (cosmología budista), posteriormente, se modificaron, pasando a ser de nueve o incluso once ramas. Actualmente, se halla pasado de moda y esta considerado como una forma anticuada del arte floral.

Estilo Shoka o ShinShoka

Se trata de un perfeccionamiento más sencillo del estilo Rikka llevado a cabo por el maestro Senjo Ikenobo. Sus composiciones son de tres ramas y mayoritariamente con forma triangular. Representan el cielo, el hombre y la tierra, que son las tres partes en las que dividen el universo. Dicho estilo se caracteriza por el orden, presentando los elementos de sus composiciones de una manera natural, tal y como se manifiestan cuando están en libertad.

Estilo Nagueire

Teniendo como patrón a seguir una estructura triangular y una armonía cromática, el resto de la composición queda en manos de la espontaneidad del creador. Una de las formas típicas del Nagueire es la que está compuesta por una rama larga y a partir de ella unas flores situadas en la base.Proviene del estilo Rikka, se usó para denominar a las lujosas creaciones que tuvieron cierta fama durante el s. XVII. Este estilo se realiza en recipientes altos de boca estrecha (tipo jarrón).

Estilo Moribana

Usado por el creador de la escuela Ohara, Ohara Unshin, el estilo Moribana rompe con las características de los estilos más antiguos, desmarcándose del resto al usar flores que eran importadas y la estructura triangular clásica, pero dándole un plano tridimensional. En las creaciones del estilo Moribana se hace una división en cuatro cuartos, cada uno de ellos representa una estación del año y decorado con las flores de la estación. Proviene de las palabras moru=acumular, juntar y hana=flor, y se practica en recipientes planos. Quizás sea el que más se ajusta al temperamento y gusto europeo.

Estilo Libre

Estilo caracterizado por la libertad que se le da a la hora de crear las composiciones, dejando de lado las normas impuestas por las escuelas antiguas. En sus composiciones, rompían con todo lo establecido, usando elementos nuevos, como el plástico o el cristal, tomando patrones hasta ese día nunca establecidos y en definitiva, dejando rienda suelta a su imaginación, sin limitar en ningún aspecto.

lunes, 11 de enero de 2010

Simbolismo y técnica


Todo Ikebana, esta compuesto por tres líneas básicas y fundamentales que constituyen la base del arreglo floral, este principio tiene su origen en el budismo y es un principio espiritual. Estas lineas representan la luz y la sombra (como concepto de personalidad) y lo que podríamos llamar el "Principio del Tres" (como concepto cósmico), representado por tres líneas maestras de diferentes alturas que rigen el universo: el Cielo (Shin), el Hombre (Gyo) y la Tierra (Tome); todo lo que hay en el Cielo, sol, luna, nubes, aire, lluvia... da energía y alimenta a la Tierra, la Tierra la transmite a lo seres vivos, el Hombre, plantas, flores, animales...... produciendo y manteniendo el equilibrio y armonía universal.

Cada flor, cada rama que colocamos en un Ikebana no solo representarán los símbolos mencionados; así mismo, cada flor en su especie, tiene un significado: si uno pone por ejemplo una dalia , significará agradecimiento, si pone una caléndula significará separación, si pone una yedra significara amistad; por otro lado flores completamente abiertas, hojas marchitas o secas, representarán el pasado, flores a medio abrir y hojas perfectas, el presente, capullos, flores sin abrir que sugieren un futuro crecimiento. En las composiciones de Ikebana, los ramos y las flores se colocan asimetricamente, de manera ternaria y tienden a formar un triángulo.

Las flores y las ramas se deben equilibrar sin resultar demasiado recargadas: ahí reside el antiguo arte del Ikebana, que es mucho más que un simple ornamento floral. Podando las ramas laterales y las hojas para revelar la línea, o seleccionado solamente unas pocas flores, de acuerdo con el principio de la simplicidad, se puede conseguir un efecto más fuerte y poderoso, otorgando la forma de lo que queremos expresar. Los verdaderos artistas del Ikebana son capaces de conjugar sencillez, equilibrio y belleza para alcanzar la paz y mantener la armonía.

jueves, 7 de enero de 2010

Filosofía y práctica





La palabra Ikebana significa “flor viva colocada”, y consiste en la composición de arreglos florales, usando flores, frutos, ramas, semillas...., no solo con una finalidad estética y decorativa, también como modo de meditación. Es un arte y una filosofía de siglos, y aunque cualquiera puede intentarlo, si uno no los realiza bajo la filosofía japonesa jamás podrán considerarse como verdaderos Ikebanas.

El antiguo arte del Ikebana trata de eso precisamente, del arte del arreglo floral como filosofía acerca del paso del tiempo. El Ikebana recuerda al que lo practica el paso del tiempo, ya que no se puede acceder a las mismas plantas en cualquier estación. El hecho de que las obras sean efímeras lo convierten en un acto ideal para la reflexión acerca de el paso del tiempo y su inconsistencia, trata de motivar no sólo la introspección y meditación por parte de quien manipula las flores y ramas, sino que pretende aportar a quien mira unos ciertos "equilibrios" y conceptos.

El Ikebana que practicamos en mi escuela (Escuela Enshu), tiene dos finalidades: por un lado desarrollar el aspecto creativo y artístico de la persona que lo practica, y por otro hace aflorar sensaciones y sentimientos mientras lo realizas mediante un "dialogo" directo con las flores; este diálogo nos proporciona relajación, concentración, desahogo y un mayor autoconocimiento.

El silencio es una necesidad durante las prácticas de Ikebana. Es un tiempo para apreciar las cosas en la naturaleza que las personas suelen pasar por alto debido a sus ocupadas vidas. Uno llega a ser más paciente y tolerante de las diferencias, no sólo en la naturaleza, sino también en general. El Ikebana puede inspirar a identificar con la belleza en todas las formas de arte. Este es también el momento en que uno siente la cercanía a la naturaleza que ofrece la relajación de la mente, cuerpo y alma.

En definitiva, el Ikebana no es un simple hobby o pasatiempo, sino una auténtica terapia y una forma de meditación, una puerta de evasión del agitado mundo, que hace posible que tengamos y disfrutemos de un trocito de naturaleza dentro de nuestro propio hogar.

Origen e historia


Los primeros arreglos florales o Ikebanas fueron realizados por monjes budistas en el siglo VI D.C., en un principio surgen como una necesidad religiosa para adornar los templos y altares y efectuar ofrendas; los primeros datos escritos en poemas o ensayos, alabando la belleza de las flores en recipientes se remonta al siglo X, en el Kokin Waka Shu (libro de poesía)"...en un recipiente coloca una rama de ciruelo en flor..."; destacando la difusión, a través de la alta sociedad aristocrática japonesa, del interés por el disfrute de los adornos florales. Posteriormente se usa como fondo decorativo para la ceremonia del te (chabana), popularizando los arreglos florales por motivos no religiosos, extendiéndose más tarde esta practica a las casa particulares.

Con el dominio de los samurais en el periodo Kamukara, se producen importantes cambios sociales con la implantación de nuevas costumbres y gustos. En arquitectura nace el "tokonama", espacio sagrado del salón y lugar destinado a colocar los arreglos florales.

Es en el siglo XVI, cuando se crean las primeras reglas precisas y complicadas para los arreglos florales que posteriormente darán pasa a los diferentes estilos del Ikebana, así como a la aparición de las primera escuela de Ikebana (Escuela Ikenobo).

Curiosamente, este arte tan sutil no estuvo permitido practicarlo a las mujeres hasta bien entrado el siglo XIX; hasta entonces, fue exclusivo de nobles, sacerdotes o guerreros. En la actualidad son preferentemente las mujeres las que practican este arte, aunque los grandes Maestros Superiores de las principales escuelas, siguen siendo hombres.

Con el tiempo, a través de los siglos, el concepto Ikebana a variado desde el haber estado enfocado a ser una tradición meramente ceremonial o religiosa, a ser lo que es hoy un concepto mayoritariamente laico con fines decorativos.

Actualmente, en la mayoría de las escuelas japonesas, la tradición y el simbolismo afortunadamente persisten. La filosofía y conceptos religiosos originales del Ikebana aún no son olvidados en muchas de ellas.

¿ Que es el ikebana ?


El Ikebana es el arte japonés del arreglo floral, un Ikebana es una composición de motivos decorativos mediante flores, aunque también se puede utilizar ramas, frutos, semillas, hojas.....

Etimológicamente hablando, podríamos descomponer la palabra Ikebana en dos partes: "ikeru" (como conservar vivo, colocar) y "bana" (flor), con lo que traducimos como "flor viva colocada". También se conoce como "kado" (el camino de las flores).

El Ikebana es un arte. Arte pleno de historia y tradición, pero no por ello anticuado y obsoleto; se ha ido renovando con el paso del tiempo, adaptándose al avance de la civilización, de las ideas, de los cambios sociales.....

Nadie permanece indiferente ante la belleza que encarnan y representan las flores. Su forma, color o aroma nos envuelven y transforman.