jueves, 7 de enero de 2010

Filosofía y práctica





La palabra Ikebana significa “flor viva colocada”, y consiste en la composición de arreglos florales, usando flores, frutos, ramas, semillas...., no solo con una finalidad estética y decorativa, también como modo de meditación. Es un arte y una filosofía de siglos, y aunque cualquiera puede intentarlo, si uno no los realiza bajo la filosofía japonesa jamás podrán considerarse como verdaderos Ikebanas.

El antiguo arte del Ikebana trata de eso precisamente, del arte del arreglo floral como filosofía acerca del paso del tiempo. El Ikebana recuerda al que lo practica el paso del tiempo, ya que no se puede acceder a las mismas plantas en cualquier estación. El hecho de que las obras sean efímeras lo convierten en un acto ideal para la reflexión acerca de el paso del tiempo y su inconsistencia, trata de motivar no sólo la introspección y meditación por parte de quien manipula las flores y ramas, sino que pretende aportar a quien mira unos ciertos "equilibrios" y conceptos.

El Ikebana que practicamos en mi escuela (Escuela Enshu), tiene dos finalidades: por un lado desarrollar el aspecto creativo y artístico de la persona que lo practica, y por otro hace aflorar sensaciones y sentimientos mientras lo realizas mediante un "dialogo" directo con las flores; este diálogo nos proporciona relajación, concentración, desahogo y un mayor autoconocimiento.

El silencio es una necesidad durante las prácticas de Ikebana. Es un tiempo para apreciar las cosas en la naturaleza que las personas suelen pasar por alto debido a sus ocupadas vidas. Uno llega a ser más paciente y tolerante de las diferencias, no sólo en la naturaleza, sino también en general. El Ikebana puede inspirar a identificar con la belleza en todas las formas de arte. Este es también el momento en que uno siente la cercanía a la naturaleza que ofrece la relajación de la mente, cuerpo y alma.

En definitiva, el Ikebana no es un simple hobby o pasatiempo, sino una auténtica terapia y una forma de meditación, una puerta de evasión del agitado mundo, que hace posible que tengamos y disfrutemos de un trocito de naturaleza dentro de nuestro propio hogar.

Origen e historia


Los primeros arreglos florales o Ikebanas fueron realizados por monjes budistas en el siglo VI D.C., en un principio surgen como una necesidad religiosa para adornar los templos y altares y efectuar ofrendas; los primeros datos escritos en poemas o ensayos, alabando la belleza de las flores en recipientes se remonta al siglo X, en el Kokin Waka Shu (libro de poesía)"...en un recipiente coloca una rama de ciruelo en flor..."; destacando la difusión, a través de la alta sociedad aristocrática japonesa, del interés por el disfrute de los adornos florales. Posteriormente se usa como fondo decorativo para la ceremonia del te (chabana), popularizando los arreglos florales por motivos no religiosos, extendiéndose más tarde esta practica a las casa particulares.

Con el dominio de los samurais en el periodo Kamukara, se producen importantes cambios sociales con la implantación de nuevas costumbres y gustos. En arquitectura nace el "tokonama", espacio sagrado del salón y lugar destinado a colocar los arreglos florales.

Es en el siglo XVI, cuando se crean las primeras reglas precisas y complicadas para los arreglos florales que posteriormente darán pasa a los diferentes estilos del Ikebana, así como a la aparición de las primera escuela de Ikebana (Escuela Ikenobo).

Curiosamente, este arte tan sutil no estuvo permitido practicarlo a las mujeres hasta bien entrado el siglo XIX; hasta entonces, fue exclusivo de nobles, sacerdotes o guerreros. En la actualidad son preferentemente las mujeres las que practican este arte, aunque los grandes Maestros Superiores de las principales escuelas, siguen siendo hombres.

Con el tiempo, a través de los siglos, el concepto Ikebana a variado desde el haber estado enfocado a ser una tradición meramente ceremonial o religiosa, a ser lo que es hoy un concepto mayoritariamente laico con fines decorativos.

Actualmente, en la mayoría de las escuelas japonesas, la tradición y el simbolismo afortunadamente persisten. La filosofía y conceptos religiosos originales del Ikebana aún no son olvidados en muchas de ellas.

¿ Que es el ikebana ?


El Ikebana es el arte japonés del arreglo floral, un Ikebana es una composición de motivos decorativos mediante flores, aunque también se puede utilizar ramas, frutos, semillas, hojas.....

Etimológicamente hablando, podríamos descomponer la palabra Ikebana en dos partes: "ikeru" (como conservar vivo, colocar) y "bana" (flor), con lo que traducimos como "flor viva colocada". También se conoce como "kado" (el camino de las flores).

El Ikebana es un arte. Arte pleno de historia y tradición, pero no por ello anticuado y obsoleto; se ha ido renovando con el paso del tiempo, adaptándose al avance de la civilización, de las ideas, de los cambios sociales.....

Nadie permanece indiferente ante la belleza que encarnan y representan las flores. Su forma, color o aroma nos envuelven y transforman.