sábado, 2 de abril de 2011

2000 visitas: ¡arigato gozaimasu!, ¡muchas gracias!

Gracias a todos vosotros, al día de hoy, he superado más de 2000 visitas en el blog. Muchísimas gracias a mis seguidores, a los curiosos, a los que buscan y encuentran, a los que casualmente han recalado en el blog, a todos daros de nuevo las gracias.

Cuando hace algo más de un año que comencé con el blog, no pensé sinceramente que en general llegase a gustar; además de dar a conocer un poco más no solo el ikebana, sino un poco más de la cultura japonesa y sus tradiciones que poco a poco me han ido "enganchando". Y no es que sea un entendido en la cultura japonesa, ni mucho menos, me entusiasma y apasiona el ikebana y al tratar de buscar más información acerca del mismo o de temas relacionados, siempre aprendes cosas nuevas, diferentes, curiosas o sorprendentes de la cultura nipona; las cuales comparto con todos vosotros.

Me conformo por supuesto, con que ahora cuando oigas la palabra "ikebana" ya sabes a que se refieren.

De nuevo daros 2000 gracias, como 2000 visitas y animaros a que juntos sigamos aprendiendo un poco más acerca del ikebana y de todo lo que le rodea; para ello espero con impaciencia vuestros comentarios, opiniones, propuestas e incluso críticas.


¡Arigato gozaimasu!, ¡muchas gracias!

viernes, 1 de abril de 2011

"Miyako Odori": Danza de los Cerezos

Desde finales de marzo, al principio de la floración de los ciruelos, y hasta finales de mayo, cuando los últimos pétalos de los cerezos en flor caen al suelo, se da en Japón uno de los acontecimientos más espectaculares que se repite cada año. En artículos anteriores, ya he hablado de ello. A lo largo de todo el país, en algunos lugares antes, en otros después, dependiendo de la climatología, los campos, parques y jardines se visten de tonos rosa y blanco. La primavera marca un momento de renacimiento y de celebración de la naturaleza y del ser humano en todo el país.

Para los japoneses la primavera es sinónimo de flores, flores que se abren bajo un cielo de arco iris en un estallido de colores y formas. La floración de camelias, iris, flores de loto y mostazas es particularmente exuberante y numerosa. Como consecuencia y a lo largo de todo el país, se celebran festivales y fiestas en honor a las flores. Siguiendo una tradición que ya se menciona en los antiguos poemas del Kokinshu, los japoneses se entregan a disfrutar y festejar la contemplación de los cerezos en flor. Marzo y abril son tiempos de “hanami”, los picnic festivos y típicos de esta época. La época del “sakura”, ha comenzado con el anuncio de las primeras floraciones, conocidas como “somei yoshino”, un acontecimiento muy esperado por los nipones y que este año se produce seis días más tarde que en 2010 por un invierno más frío. Se espera que dentro de una semana las floraciones del cerezo lleguen a su punto máximo en Tokio, lo que cada año motiva que miles de personas salgan a la calle a celebrar el ”hanami”.

Pero este, no es el único modo en que se celebra la primavera que tanto ha inspirado a poetas clásicos de Japón. Durante todo el mes de abril se puede disfrutar en Kyoto de los “Miyako Odori” o Danza de los Cerezos, que se remontan a 1871. Se trata de bailes públicos representados por “geikos” (geishas) y “maikos” (aprendices de geisha) en el teatro Kaburenjo de Gion Kobu, en Kyoto.

La danza se originó en el período Meiji, cuando en 1869 la capital de Japón se trasladó desde Kyoto a Tokio. La ciudad decidió organizar una exposición para mostrar su cultura y promover su industria que había desarrollado a lo largo de su reinado de mil años como la antigua capital. Fue aquí donde en marzo de 1872, el ”Miyako Odori” se realizó por primera vez con un coro y músicos en una casa ubicada en el distrito de Gion.

Las exhibiciones de danza son de gran vistosidad y la capacidad de Kaburenjo, el teatro propio de las geishas, se vuelve escasa. Allí, despliegan sus elegantes y vistosos kimonos, sus peinados y, fundamentalmente, su arte para el baile, que recrea y mantiene las tradiciones de la isla. La danza tiene una duración aproximada de una hora y está dividida en ocho escenas donde se representan las diferentes estaciones del año. En la escena final, la danza se hace más espectacular, pueden llegar a juntarse en el escenario hasta 60 artistas con sus trajes y kimonos de vivos colores, impresionantes decorados de fondo, la participación en la escena de todos los artistas junto a los músicos y el coro. . La misma escuela de danza, ha estado llevando a cabo desde ese momento y se ha transmitido de generación en generación.

Deseamos que ese nuevo momento de renacimiento primaveral, sea un buen, excelente y esperanzador augurio para la situación actual de Japón; algunos japoneses piensan y opinan que el "sakura" y el "hanami" podrán ayudar a elevar el ánimo y espíritu del país tras el devastador terremoto y tsunami que arrasó la costa noreste de Japón el pasado 11 de marzo. ¡Que así sea!.

¡Animo Japón!

miércoles, 30 de marzo de 2011

"Shunbun no Hi": Fiesta del Equinoccio de Primavera

Sin duda el "shunbun no hi" o Fiesta del Equinoccio Primaveral, adquiere este año un inusual significado y respeto, debido a los trágicos acontecimientos del pasado 11 de marzo, el carácter festivo del día pasa a segundo lugar, yo diría que hasta desaparece. A los ya fallecidos por otras causas, han de sumarse los más de 20.000 fallecidos y desaparecidos, expeluznante cifra. Un "shunbun no hi", más respetuoso que nunca; miles de japoneses, no podrán honrar a sus fallecidos pues igual que han desaparecido pueblos y ciudades, han desaparecido los lugares de culto y visita. Permanecerán en la memoria y recuerdo de todos. Esta tradicional fiesta nacional se celebra en torno al 21 de marzo y coincide con la entrada del equinoccio vernal, momento del año en que los días tienen una duración igual a la de las noches.

La cultura japonesa, rinde un gran respeto a las personas mayores y a las ancestros de la familia. Aprovechan este día para remarcar la importancia del respeto a estas personas; tradicionalmente en Japón, es el día indicado para convivir con la naturaleza y demostrar el aprecio, admiración y respeto hacia ella, por todos los seres vivos y en especial por los ancestros y difuntos; algo muy en consonancia con el pensamiento shinto propio de Japón, pero también la veneración y sumo respeto hacia los difuntos, la vertiente budista de la celebración. Podríamos decir que es el similar al Día de Todos los Santos en España. El periodo de siete días que empieza tres días antes al equinoccio de primavera se llama “higan”, y durante el mismo se recuerda a los fallecidos, ausentes y antepasados; las familias hacen ofrendas en los altares budistas que tienen en sus casas y se visitan sus tumbas para mostrar respeto por ellos, las tumbas son limpiadas y adornadas con las flores de la temporada, se hacen ofrendas florales, se quema incienso, se rezan oraciones.

El origen de esta celebración es desconocida, aunque antiguamente se venía celebrando el “Shunki kōrei-sai”, una antigua “versión” imperial de esta fiesta, que proviene del siglo VIII y era un día de culto por parte de la familia imperial a los espíritus de sus antecesores; entonces el emperador dictó una ordenanza relativa a su observancia y a partir de la Era Meiji, se convirtió en un día de fiesta nacional.

La palabra “higan” significa "la otra orilla", un término budista que viene de la idea de que hay un río que marca la división entre la vida y el otro mundo, el mundo de la salvación: "Este río está lleno de ilusión, pasión y dolor, y sólo por cruzar a la otra orilla se puede obtener iluminación y entrar en el nirvana. Se dice que, cuando la noche y el día son iguales Buda aparece en la tierra para salvar a las almas perdidas y les ayudan a hacer la travesía. " Así la visita de la familia al cementerio o lugares de culto, ;en esta ocasión es un acontecimiento feliz; aunque este año, creo que será una excepción.

Como en casi todas las fiestas japoneses, existen platos tradicionales y típicos para la celebración; en este caso son los “ohagi”, bolas de arroz cocido y envueltas en una pasta dulce de judías, presentan esta forma redonda pues, según la creencia, los espíritus la prefieren así; sirve de ofrenda en los altares budistas, junto con el sake, para que los difuntos tengan algo que comer mientras viajan hacia el “higan” (la orilla del otro mundo).

Dada la larga historia de Japón como una sociedad agrícola del equinoccio de primavera también se celebra por los agricultores japoneses y es una oportunidad para orar por las cosechas abundantes y sanas. La celebración de higan y el correspondiente cambio de las estaciones está tan arraigado en la sociedad que es conmemorado en un proverbio japonés común: "Atsusa samusa mo Higan made" algo así como que el frío llega hasta la entrada del equinoccio; en Japón se dice que el frío del invierno, finalmente desaparece después del “shunbun no hi”, momento en que el “sakura” o cerezos en flor, el símbolo más popular del inicio de la primavera, comienza a florecer.

martes, 29 de marzo de 2011

Libros sobre Ikebana

Algunos de vosotros, mis fieles seguidores y lectores de este blog, habeis preguntado sobre los posibles títulos y libros del arte floral japonés, el Ikebana. No es facil encontrar títulos y sobre todo en castellano, no es muy extensa la bibliografía sobre este arte centenario. La mayoria de libros sobre el tema están escrito en inglés, alemán, francés y por supuesto en japonés. Los que cito son bien los que conozco o poseo, ni son todos los que están , ni están todos los que son; en general, hacen una pequeña introducción sobre la historia del ikebana, muestran tambien una guía de las reglas, tecnicas básicas o pequeños "trucos"; unos aportan visiones diferentes del ikebana combinando las técnicas tradicionales japonesas con el gusto moderno occidental, otros nos resultarán más tradicionales; cada autor o autores pertenecen a escuelas diferentes, encontraremos sin duda diferencias pero al fin y al cabo todas se rigen por una regla esencial representada por las lineas que marcan el triangulo universal, representado por el Cielo, el Hombre y la Tierra.

Los libros y titulos que he podido encontrar y localizar son: "Ikebana: el arte tradicional japonés del arreglo floral" de Keiko Kubo (Gaia Ediciones); "Ikebana" de Varios Autores (Instituto Monsa de Ediciones); "Ikebana: el arte del encuentro" de Mª Teresa Llobet (Shinden Ediciones S.L.); "Ikebana, arte floral japonés" de Rikano Yano (Ed. Arte y Cultura de Japón); "Ikebana" de Angela Sawano (Ed. Naturart S.A.); "Ikebana: un nuevo enfoque de los arreglos florales japoneses" de Diane Norman & Michelle Cornell (Ed. Naturart S.A.); "The flowers of Japan and the art of floral arragement: the 100 year old Ikebana classic" de Josiah Conder (Ed. Kodansha Europe LTD.)

sábado, 12 de marzo de 2011

Devastador seismo y tsunami en Japón

No hay palabras, no hay comentarios, hemos quedado enmudecidos ante las impresionantes, escalofriantes y devastadoras imagenes que hemos podido ver por las diferentes televisiones, del trágico y atroz seísmo y tsunami que asoló parte del Japón ayer a primeras horas de la tarde.

Solo nos queda mostrar nuestro más sentido respeto por los fallecidos y desaparecidos, nuestro apoyo, cariño y condolencias a las familias de los mismos y nuestra solidaridad con el "País del Sol Naciente".


España, los españoles, nos unimos y solidarizamos de un modo especial ante está tragedia llena de dolor, cuando se cumplen 7 años del más atroz y doloroso de los atentados terroristas en la vida de España.

viernes, 4 de marzo de 2011

"Hinamatsuri": Festival de las Muñecas

Ayer día 3 de marzo, se celebró el “Hinamatsuri o Hina Matsuri”, más conocido como el Festival de las Muñecas o Festival de las Niñas. Esta tradicional y curiosa fiesta llena de símbolos, se celebra para pedir que las niñas crezcan con salud y sean felices en el futuro. Muchas familias con hijas suelen exponer en una estantería de varios niveles, normalmente siete, muñecas vestidas con antiguos atuendos y kimonos tradicionales de la corte imperial, junto con flores de durazno o melocotonero y otros elementos típicos de esta fiesta; es tradicional también ofrecer galletas saladas de arroz y otros alimentos.

El origen del “hinamatsuri” viene de China, donde antiguamente, estas muñecas hechas de paja o papel, bien se arrojaban al río o eran enviadas en barco río abajo, para que se llevaran toda la mala fortuna y los malos augurios, ya que se pensaba que las muñecas escondían los malos espíritus. Esta costumbre se difundió en Japón durante el Periodo Edo, pasando de generación a generación, de familia a familia, de madres a hijas; transformándose en el actual “hinamatsuri”.
En el primer “hinamatsuri” que celebra una niña, era tradición que los abuelos les regalasen las “hina ningyo”, un set, bastante caro, de las muñecas que son expuestas este día. Las muñecas representan personajes de la corte imperial del Periodo Heian, ataviados con bonitos y tradicionales kimonos. En el primer estante o nivel y de arriba abajo, encontramos al Emperador y a la Emperatriz (dairibina). Están colocados delante de unos biombos dorados (byoubu) y a cada lado suele haber un par de lamparillas de papel de seda (hibukuro) decoradas con sakura o flor de ciruelo. En la segunda están las tres damas de la corte (san-nin kanjo). En la tercera están los cinco músicos (go-nin bayashi), tres de ellos tocando tres tipos de tambor (taiko, ookawa, kotsuzumi), uno tocando la flauta (fue) y el que canta (utaika). En la cuarta encontramos a los dos ministros (daijin), uno joven y otro viejo, ambos equipados con arcos y flechas. Entre las dos figuras están los “ozen”, una especie de tazones donde se colocan los “hishimochi”, pastelitos de arroz de colores. A cada lado de estas figuras hay un árbol: un naranjo y un melocotonero. En la quinta plataformas están los tres ayudantes o samurais que protegen al Emperador y a la Emperatriz. Los tres tienen su propio nombre: bebedor sensible (nakijougo), bebedor gruñón (okorijougo) y bebedor feliz (waraijougo). En la sexta y séptima plataforma hay distintos utensilios y muebles de la época. Las familias que no tienen lugar para adornar todas las muñecas, solo exponen los que representan al emperador y la emperatriz.
Además de las muñecas, se colocan diversos adornos, elementos y ofrendas; como también se ofrecen diferentes alimentos tradicionales y típicos de esta fiesta que tienen un significado especial:

Hishimochi: son pasteles de arroz en forma de rombo de color rosa, blanco y verde (siempre en este orden). El rosa o rojo representa el corazón, es decir la salud. El blanco, es la nieve y significa la pureza. Y el verde, representa a los árboles y plantas de la primavera, y significa la vida.


Hina-arare: son bolitas de arroz de diversos colores que según dicen protegen a las niñas de las enfermedades y la mala suerte.


Shirozake: un sake de color blanco y dulce, que significa la purificación del cuerpo.

Momo no hana: son las flores del durazno o melocotonero, en esta época comienzan a florecer y abrir; simbolizan la felicidad en el matrimonio, y es un elemento indispensable.


Chirashizushi: un plato de arroz de sushi muy colorido servido en un tazón grande. Incluye vinagre de arroz, varios tipos de pescado crudo y huevo.

Además de estas interpretaciones, cada región y cada familia tiene las suyas, de acuerdo a las costumbres de sus antepasados. Se dice que si las muñecas quedan expuestas más tiempo del necesario, la niña se quedará soltera de mayor o que tardará en casarse; por ello, las muñecas suelen guardarse pronto pasado el festival, siendo el día 4 el mejor día para hacerlo.

miércoles, 2 de febrero de 2011

"Hanakotoba"; el lenguaje de las flores

Todas las flores cuentan con un lenguaje propio, y con cada una de ellas podemos transmitir un mensaje diferente.
Desde la antigüedad, las flores han sido un noble y bello modo para dar a conocer y transmitir sentimientos. El lenguaje de las flores tiene sus orígenes en Oriente y se ha transmitido de generación en generación y de cultura en cultura, pasando por el Antiguo Egipto, la Edad Media, el Renacimiento, hasta llegar al Romanticismo, época ésta en que tuvo su máximo apogeo. Durante la época victoriana, fue un medio de comunicación en donde variadas flores y arreglos florales se usaban para enviar mensajes codificados, sirviendo a sujetos para expresar sentimientos que de otro modo nunca se podrían hablar. Hoy en día este lenguaje ya esta en el desván del olvido.

En muchos países del mundo, las flores tienen un significado especial, y no siempre el mismo, puede variar de un lugar a otro, de un país a otro.

En Japón, un país con un rico lenguaje floral, lleno de significados y símbolos, se le conoce como “hanakotoba”. El “hanakotoba” posiblemente tenga su mayor representación en el Ikebana, donde es muy importante saber el significado especial de los distintos arreglos.

Después de la Segunda Guerra Mundial, tanto la manera japonesa de pensar, como el estilo de vida o los hábitos fueron influenciados por los pensamientos de occidentales; por lo tanto, hoy no es raro encontrar jóvenes japoneses que desconocen sus propias tradiciones, entre ellas el “hanakotoba” y sus significados. Curiosamente, aunque ya no es tan popular como lo era antes, el “hanakotoba” todavía se utiliza bien en muchas películas japonesas, en la animación, en el manga y anime o incluso en las tarjetas de felicitación, donde se siguen los códigos de este lenguaje floral.
Para los japoneses, donde su cultura y filosofía va totalmente ligada a la naturaleza, a la cual respetan de manera absoluta, las flores poseen un significado especial, tienen bases muy fuertes en creencias religiosas, como que la naturaleza de la vida es transitoria y efímera, es considerado muy inteligente no apegarse a nada porque con el tiempo pasará. De cierto modo, esta afición japonesa a las flores, representa y simboliza la fe en Dios y en la humanidad; de este modo las flores se usan y aparecen en el ikebana, pintura o en la ropa. Los japoneses pueden llegar a ser tan entusiastas de las flores, que son capaces de organizar un viaje con el único propósito de visitar un jardín o las flores que crecen en una región determinada.

A continuación vamos a ver el significado, representación o simbología de algunas flores utilizadas en Japón; son muchas las variedades y tipos de flores de las cuales podríamos hablar, en este caso ni son todas las que están, ni están todas las que son…….
El crisantemo o “kiku”; es un signo de longevidad en la cultura japonesa, simbolizan una larga vida. La leyenda asegura que el crisantemo guarda el secreto de la vida eterna. Los japoneses adoptaron esta flor como emblema nacional e insignia de la familia imperial La planta se utiliza en momentos de celebración o de otros eventos importantes. Las flores son de diferentes colores aunque es el amarillo el más representativo.

El bambú o "take"; es un símbolo de longevidad, siempre tiene brotes verdes, así como la fuerza y la gracia, se dobla con facilidad, pero no se rompe fácilmente; su tallo recto puede simbolizar también el camino hacia la iluminación, los segmentos del tallo van dando pasos en el camino.

La peonía o “botan”; es un símbolo de riqueza y prosperidad en el Japón.
La gloria de la mañana o “asagao ni”; como su nombre indica florece y sale en las primeras horas de la mañana. La forma de campanilla de esta flor simboliza la mortalidad y nos permite ver que la vida puede ser corta pero hermosa. Suelen ser de colores violetas o azules.

La flor de loto o “hachisu”; esta es una flor especial para el budismo, ya que representa la vida de Buddha, el cual a pesar de haber nacido para una vida de penas, problemas y sufrimientos, llegó a convertirse en un ser de espíritu limpio y puro. Las raíces del loto crecen en tierras pantanosas y sucias, pero poco a poco la flor va creciendo hasta superar el nivel del agua, floreciendo entonces, siempre fresca y limpia. También se dice que incluso el agua más sucia no permanece en la flor, ya que resbala y cae fuera de la misma. Así, junto con la pureza de espíritu, la flor de loto simboliza la verdad, la perfección y la inmortalidad.
La flor del cerezo o “sakura”; para los japoneses la flor de cerezo tiene gran significado, una flor muy delicada que florece en un tiempo muy corto, esto representa la transitoriedad de la vida, lo efímera que resulta. Este concepto se relaciona muy profundamente con las enseñanzas fundamentales del budismo.

Otras flores como la amaryllis o “amaririsu”, significa timidez; el clavel o “kaneshon”, decepción; la margarita o “hinagiku”, fe; el jazmín o “jasumin”, amistad; la amapola o “hinageshi”, diversión; la rosa (roja) o “benibara”, amor; el junco o “rasshu”, soledad; la azalea o “tsutsuji”, paciencia; la madreselva o “suikazura”, abundancia; el girasol o “himawari”, pasión; el arce o “kaede”, pulcritud o gentileza; la flor de manzano o “ringo no hana”, justicia o sutileza; la gerbera o “gabera”, pulcritud; la freesia o “furijia”, inmadurez ……..y así, hasta un sinfín de flores.
Ya lo comenté en otro momento, nadie permanece indiferente ante la belleza que encarnan y representan las flores. Su forma, color o aroma nos envuelven y transforman.