En un artículo anterior, ya hablamos del gusto de los japoneses por enumerar y “listar” todo aquello que por su interés, belleza o simplemente curiosidad, se puede considerar “lo más”. En este caso, vamos a referirnos a la lista “Nihon Sanmeien” o lo que es lo mismo, los tres grandes jardines de Japón, considerados según la lista, los más bellos del país. Estos tres bellos jardines son: el Jardín de Kairaku-en, el Jardín de Kenroku-en y el Jardín de Koraku-en.
Además de árboles y arbustos, los jardines japoneses emplean artísticamente rocas, arena, colinas artificiales, estanques y agua en movimiento. A diferencia de los jardines occidentales, con sus árboles y rocas colocados geométricamente, el jardín japonés crea tradicionalmente una composición escénica que, de la forma más natural posible, imita la naturaleza.
Las diversas formas que tomaron los jardines con el paso de los siglos fueron sintetizadas en el periodo Edo (1603–1868) a través de los jardines de estilo “kaiyu” (muchos placeres), creados por los señores feudales. Este estilo y tipo de jardín, presenta al visitante una nueva visión a cada paso del camino que conecta los jardines, estanques, colinas, casas de té y arroyos. Estos tres jardines, pertenecen a este periodo y estilo.
Se encuentra en Mito, la capital de la prefectura de Ibaraki, al noreste de Tokio. No se trata de un jardín muy antiguo, fue creado a mediados del siglo XIX por el señor de la región Tokugawa Nariaki.
Al contrario que los otros dos jardines, este estaba abierto al público con el objeto de poder compartir la belleza de las flores, de la naturaleza con sus súbditos, de ahí el nombre del jardín: "jardín para el disfrute de todos" o “jardín para disfrutar con la gente”.
Este jardín es conocido sobre todo por la floración de sus más de tres mil árboles de ciruelo “ume”, de finales de febrero a mediados de marzo. De hecho, entre el 20 de febrero y el 31 de marzo, el Festival del Ciruelo de Mito (Mito Ume Matsuri) se celebra anualmente. Además de “ume”, el parque tiene más de cien especies vegetales como cerezos de diferentes colores, bosques de bambú y de cedro, azaleas, lespedeza o trébol japonés o glicinias entre otras.
También cuenta con un edificio de estilo tradicional llamado “kobun-tei”; las puertas corredizas de cada estancia están ricamente decoradas con diferentes pinturas que reflejan las plantas y naturaleza de cada estación.
Este histórico y tradicional edificio de madera, que perteneció a uno de los últimos samuráis de Japón y situado en el centro del jardín, ofrece desde su tercera planta una espectacular y bella vista de casi todo el jardín.
Jardín de Kenroku-en
Es un parque y jardín situado en la ciudad de Kanazawa, en la prefectura de Ishikawa. Su historia se localiza en el periodo “Edo” y originalmente era el jardín exterior del Castillo de Kanazawa.
“Kenroku-en” significa "el jardín de las 6 cualidades", debiendo su nombre a que cumple con las 6 características que, según el antiguo libro “Rayuko Meienki”, todo jardín ideal debiera tener:
- amplitud y espacio
- aislamiento y serenidad
- venerabilidad y aire de antigüedad
- artificio natural
- frescor y flujo de agua
- grandes y hermosas vistas
En este jardín se pueden disfrutar en el transcurso de todo el año, 63 tipos diferentes de flores por todo el jardín. Son clásicos y destacan los “sakuras”, los pinos japoneses y los tulipanes, entre otras. Existe una especie de “sakura” que en todo Japón sólo se encuentra en este parque, el “kikuzakura”, el cual florece de finales de abril a finales de mayo.
Se pueden llegar a contar hasta 300 pétalos en cada una de sus flores, haciéndolas unas flores con excelsa, magnifica y única belleza. Para los amantes de las aves, resulta un lugar ideal, diferentes especies campan a sus anchas, entre las que destacan las grullas, el ave nacional de Japón.
Entre los grandes atractivos, destacan la célebre linterna “Kotojitoro”, símbolo de Kenroku-en, un farol de piedra de dos montantes, dicen que es la primera fuente de todo Japón. También hay varios edificios antiguos convertidos en museos, como la Casa de té “Yugao-tei” o la Casa de descanso “Shigure-tei”.
El nivel inferior se ubica más próximo al castillo, es la zona más antigua del jardín. Contiene un estanque llamado “Hisago”, con un islote en el medio, que simboliza el monte “Horai”. A él desemboca una cascada de 7 metros, la “Midoritaki” o Cascada Verde, particularmente alta, lo que es inusual en jardines japoneses; pues normalmente se utiliza más bien una versión simbólica de las cascadas, utilizando rocas y arena.
Por otra parte, el nivel superior contiene otro estanque, el “Kasumi ga ike” o “estanque brumoso”, que es la más grande de las pozas del jardín. Aquí se ubica el “Ganko-bashi”, un puente hecho de nueve grandes losas de piedra roja y adosadas, las cuales evocan el vuelo de una manada de gansos salvajes.
Dicen de este jardín tan bello y mágico, que es el lugar ideal donde podrás liberar tu alma y encontrar la paz.
Jardín de Koraku-en
Está ubicado y situado en Okayama, capital de la Prefectura del mismo nombre en la región de Chugoku, sobre la isla de Honshu, en la orilla este del río Asahi-gawa que atraviesa Okayama. El agua del río se utiliza para alimentar los estanques y la cascada. Las grullas sagradas se pasean aquí en semilibertad.
Su nombre significa “jardín para disfrutar después” o “jardín del placer”. Fue construido por el “daimyo” (soberano feudal) Ikeda Tsunamasa en el siglo XVII, como lugar de recreo de su familia y de sus invitados. El resto de gente tuvo prohibida la entrada hasta la abolición del sistema feudal tras la restauración Meiji del siglo XIX.
El jardín sufrió graves daños durante las inundaciones de 1934, asi como los bombardeos sufridos en 1945, durante la Segunda Guerra Mundial; pero fué restaurado basado en las pinturas de la época "Edo" y diagramas.
"Koraku-en" tiene una superficie aproximada de 14 hectáreas, de los cuales la zona de cesped es de 18.500 metros cuadrados, aproximadamente. En él se pueden encontrar diferentes edificios y pabellones, antiguas casas de té, pequeños santuarios en miniatura, grandes extensiones de césped, pequeños campos de arroz y de té, hermosos lagos, elegantes bosquecillos, tranquilas colinas, paseos y cascadas.
Es famoso por su gran extensión de césped plano (raro en Japón); por sus atractivos estanques, corrientes de agua, pinos, casas...... También se puede encontrar bosques de ciruelos, cerezos y arces. Todo esto se combina con sumo cuidado para crear una perfecta armonía con las colinas y las montañas circundantes. Con el paso de las estaciones, los arces, los cerezos, el loto y los ciruelos ofrecen bellos paisajes.
Todos estos elementos que conforman "Koraku-en", crean un estimulante y relajante ambiente, añadido al encanto de este magnifico jardín.
Un bonito artículo. Que preciosidad de jardines, dan ganas de marcharse ahora mismo y perderse en ellos. Me ha gustado mucho. Enhorabuena y gracias.
ResponderEliminarDe nuevo, tu artículo nos ha encantado. Y que fotos! Leer y ver tus artículos nos ayuda a relajarnos en este estresante mundo. Gracias
ResponderEliminarAquí no estoy de acuerdo con el ranking japonés... Obviamente la belleza de un paisaje es subjetiva y sujeta al ánimo de quien lo contempla pero, para mí, el jardín más bello es sin duda el del templo Heian Jingu de Kyoto (sale en la peli Lost in Translation, cuando la protagonista va a Kyoto y lo visita al atardecer). Yo lo he visitado en Primavera y Otoño y es una maravilla perderse en él (bueno, no te puedes perder porque el trayecto es el que es, claro). Ni punto de comparación con nuestros tristes parques. Bueno, para ser justos, ni los jardines de Versalles hacen sombra a ningún jardín tradicional japonés... y estoy siendo bastante objetivo, je, je.
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