"Sumi-e", es el arte de la pintura a tinta negra y al igual que otros antiguos artes , como son la ceremonia del té, el budo (artes marciales), el haiku, la caligrafía o shodo (de la que el sumi-e es una variación), los jardines zen o el ikebana, es uno de los caminos del zen japonés.
La palabra "sumi-e" la componen a su vez dos palabras cuyo significado son, "sumi" (tinta negra) y "e" (pintura); este arte japonés con una particular técnica de dibujo monocromático, con un solo pincel de caña de bambú y sobre papel de arroz, busca captar la síntesis de la naturaleza a través de dibujos compuestos por lineas y trazos vitales realizados en tinta negra, lo que conocemos como tinta china.
El arte de la pintura "sumi-e", aunque se desarrolló en China durante la dinastía Tang (618 - 907); posteriormente, fue introducida en el Japón a mediados del siglo XIV por monjes budistas zen y creció en popularidad hasta su apogeo durante el Periodo Muromachi.
Podemos decir que entre el ikebana y el "sumi-e", existe un gran paralelismo y similitud. En ambos, através de unas sencillas lineas y trazos, bien sobre un kenzan en el ikebana o en el "sumi-e" unas líneas dibujadas en papel de arroz, podemos resolver el más complejo de los modelos, eliminando lo superfluo; tratando de representar, reflejar y transmitir con una gran intensidad y espiritualidad, únicamente la vida y la esencia de las cosas.
La naturaleza ha sido y sigue siendo, un elemento muy importante de la cultura japonesa. En el sumi-e no se trata de ir a copiar los paisajes, las flores o las plantas. Se ha de interiorizar el espíritu de aquello que se pinta, para que salga por sí mismo en el momento de coger el pincel. Del mismo modo sucede con el ikebana, las ramas, las flores, las hojas que disponemos para nuestra obra nos "hablan" y debemos dejar salir nuestros sentimientos y creatividad. La pintura "sumi-e", el ikebana, en general cualquier arte, está lleno de vida.
Al igual que en el arte del ikebana, el pintor de "sumi-e" da gran importancia a la relación del hombre con el cielo y la tierra y todo lo que esté y exista entre los dos. Es en la tradición de pinturas de paisajes y flores donde el artista halla su máxima expresión buscando el espíritu a través de la forma y el gesto. Es por eso que al retratar imágenes y objetos de la naturaleza les concedían connotaciones culturales y lo relacionaban con la armonía y unión entre la naturaleza y el hombre, al igual que sucede con el ikebana; por ejemplo: el pino alude a la longevidad, la flor del ciruelo al carácter noble, el bambú a la integridad moral......
“El jardín de la semilla de mostaza”, es un manual de pintura chino que llegó a Japón en el siglo XVII; en el se establecían cuatro elementos florales y vegetales para seguir un aprendizaje completo en el largo camino del sumi-e. Se les llamó "Los Cuatro Honorables Caballeros" (Shikunshi); representan todas las formas del universo y del mismo modo cada uno representaban diferentes virtudes , asimismo simbolizaban las estaciones del año y se debían aprender por el siguiente orden:
"Ran", la orquídea silvestre. Está compuesta de trazos espontáneos y sueltos. Hojas delgadas y flores de diminutos pétalos. Representa la humildad, la serenidad y la modestia; simboliza la primavera.
"Také", el bambú. Para dibujarlo son necesarios movimientos enérgicos. Cañas gruesas con secciones muy marcadas, hojas que se abren como abanicos. Representa la fuerza interior, consistente y humilde; simboliza el verano.
"Ume", el ciruelo florido. Es un tronco nudoso en que se utilizan técnicas de aguada para darle textura. De él brotan flores delicadas hechas con pinceladas muy suaves. Representa la renovación y renacer constante de la vida; simboliza el otoño.
"Kiku", el crisantemo. Es la flor japonesa por excelencia y para pintarla se requiere conocer todas las técnicas anteriores. Representa la longevidad, la virtud que crece de las inclemencias, el desafío; simboliza el invierno.
De gran importancia también, son los materiales que se utilizan en esta bella técnica de pintura; reciben el nombre de "Los Cuatro Tesoros del Erudito" (Bunbou Shishou), y lo componen:
"Sumi", la tinta: en forma de barra, la tinta negra se deshace en agua para formar una gama infinita de grises, que sustituyen los colores. La tinta tiene una cualidad acuática, fluye por el papel y deja un rastro como una corriente.
"Suzuri", el tintero: tiene una parte elevada, "oka" (colina), donde se frota la barra de tinta, y otra profunda, "umi" (océano), donde se recoge. Los mejores son de piedra y su superficie es ligeramente rugosa para moler las partículas de tinta de forma adecuada. Su tacto y el sonido que produce son sus mejores cualidades.
"Fude", el pincel: hay diferentes modelos, pero con uno basta, tanto para las líneas gruesas como para las finas, si se sabe manejar la presión, la velocidad y el grado de humedad. Sujetándolo verticalmente al papel o con una inclinación de 45º, no se han de mover los dedos ni la muñeca: todo el movimiento debe venir del hombro y del codo. Suele ser grande y estar hecho con pelos de animales. La suavidad con la que acaricia el papel le hace parecer un ser vivo. Los antiguos maestros hacían un funeral para sus pinceles viejos y los incineraban en los templos.
"Kami", el papel: suele ser el famoso papel artesanal japonés, el "washi". Son esenciales su absorbencia, su textura, la forma en que reacciona al recibir la tinta. Las fibras del arroz o de las plantas que se dejan entrever en él recuerdan su origen vegetal.
Sea el "sumi-e", sea el ikebana, cualquiera de estos bellos caminos o "do", exigen dedicación y entrega. Por supuesto, no se trata de llegar a ningún fin, porque el anhelo de un fin ya es un impedimento; lo importante es el camino, el aprendizaje, la experiencia. Se han de manejar los materiales, se han de ensayar las posturas. Repetir, repetir y repetir los ejercicios hasta que las extremidades pierdan su torpeza y se liberen de sus limitaciones. Cometer errores una y otra vez, perder el miedo y aprender a soportarlos.
Un gran maestro en el arte de "sumi-e" dijo a su alumno: "todo llegará cuando tenga que llegar, ten paciencia".
Así, con el tiempo, la mente se liberará y desprenderá de ese deseo de éxito que siempre anhelamos, nuestras manos se convertirán en un transmisor instantáneo de las emociones y sentimientos; se olvidarán las lecciones, las técnicas y los trucos. Entonces alcanzaremos la maestría.
Excelente tu blog, muchas gracias, me ha sido de gran ayuda. Hermosos arreglos florales. Felicitaciones.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, me alegro que te haya servido de ayuda asi como que te hayan gustado los ikebanas. Ya sabes donde estoy. muchas gracias. Saludos
ResponderEliminarComparto tu afición y el respeto por el sumi-e. Si me lo permites pondré un enlace a tu blog desde el mío: incunae.blogspot.com.es.
ResponderEliminarSi lo deseas, échale un vistazo a mis také.
Un saludo.
Muchas gracias Juan José, será un placer; yo por mi parte ya te he añadido en los enlaces de interés del blog. Por cierto, muy interesante tu blog. Gracias.
ResponderEliminarCreo sinceramente que fue una de mis mejores ocurrencias comparar el tintero, la tinta, los pinceles y el papel, con la piedra, el agua, los animales y las plantas. Fue una inspiración que ni siquiera estaba en el libro de Mª Eugenia Manrique. Creo que tiene que ver con la conexión con la naturaleza que tiene todo en el arte del sumi-e. No sé si todos los lectores apreciarán el detalle.
ResponderEliminarhttp://lamanoblancadelaluna.blogspot.com.es/2009/08/sumi-e.html
http://lamanoblancadelaluna.blogspot.com.es/2011/11/solo-los-grandes-autores-son-dignos-de.html
Precisamente después de llevar años pintando Sumí-E y transmitiendo a mis alumnos en qué consiste... ahora con el arte del Ikebana, siento que será un complemento ideal para mis pinturas.
ResponderEliminarTe doy a conocer mi blog por si deseas echarle un vistazo y tenerme como enlace y yo a tí.
Muchas gracias por tus escritos. Un saludo
http://www.costafredarte.com
Muchas gracias, será un placer compartir contigo estos dos maravillosos arte completamente complementarios y llenos de similitudes. Feliz Navidad
Eliminarhola muy buena tu exposicion y entiendo que las imagenes las has sacado de internet. ls imegen de los cuatro caballero en sumie es mia y me hubiera gustado que me la hubieras pedido o haner puesto mi nombre Elisa Antu de Chile. ;)
ResponderEliminarVuelvo cinco años después y compruebo que sigue sin reconocerse que soy la autora de gran parte del artículo. A estas alturas ya pocas cosas me afectan en la vida, pero vuelvo a teclear aquí unas palabras para dejar constancia de lo poco reconocido que es el talento.
ResponderEliminarAh, Elisa, gracias por lo de "muy buena tu exposición" por la parte que me toca.