domingo, 7 de diciembre de 2014

Trucos "ikebanísticos"

Si, trucos "ikebanísticos", palabra la cual como adivináis no existe; si existiese podríamos "traducirla" como lo relacionado o relativo con el arte del ikebana.

Por ello este artículo tratará de dar algunos "trucos" y consejos, relativos al ikebana, concretamente, para que una vez finalizado nuestro ikebana, luzca lo mejor posible en el lugar elegido para contemplarlo, en definitiva realzar aun más si cabe la belleza y estética de nuestro ikebana.


Habrá personas que estén o no de acuerdo con estos consejos, cada uno tenemos un criterio y gusto diferente respecto a la estética. Por esta razón quiero dejar claro, que estos consejos y "trucos ikebanísticos" ni son los únicos, ni se basan en una única verdad, simplemente son consejos desde mi humilde opinión, experiencia y por supuesto particular gusto. Y dicho y aclarado, pasemos a los "trucos ikebanísticos".

Hemos terminado nuestro ikebana, nuestra creación y ahora es el momento de que luzca en ese rincón especial para deleitarnos en su contemplación.


Partimos de la base que para ver y contemplar un ikebana, siempre los haremos de frente; recordamos que un ikebana no es un centro floral tipo occidente, el cual, desde cualquier punto alrededor lo podremos ver.

Si es posible, nuestro ikebana lo colocaremos en un lugar que tenga fondo; por ejemplo un mueble apoyado en una pared. Y si esta pared es lisa o de un color, las lineas de nuestro ikebana se marcarán y lucirán mejor.

En la siguiente fotografía se puede apreciar como un ikebana colocado en un lugar sin fondo pierde parte de su belleza, sus lineas dejan de apreciarse.


Otro consejo es procurar no colocar nuestro ikebana a una altura demasiada baja, pues al igual que no tener fondo hacer perder las lineas, la altura baja hace perder la perspectiva; lo ideal, siempre y cuando se pueda, colocarlo de manera que nuestros ojos bajen horizontalmente lo menos posible.


Particular y normalmente, al finalizar mis ikebanas los coloco en pequeños manteles de bambú o madera de teka. Posiblemente, si eres partidari@ de colocar este elemento decorativo debajo de tu ikebana, también puedes colocar peanas de madera lacadas; como estas que os muestro a continuación.


Considero que un ikebana sobre una peana, un pequeño mantel de bambú o incluso sobre una madera o plancha de pizarra, resalta mucho más que sin ello. Pero como he dicho, esto va en cuestión de gustos. E inclusive habrá veces que nuestro ikebana resultará tan bello que no hará falta nada mas.


En alguna ocasión, habreis podido ver en una exposición o fotografia, un pañuelo debajo del ikebana. Normalmente, este pañuelo, suele llevar el emblema o simbolo y color de la escuela a la que se pertenece; además, nos indica que quien lo ha hecho tiene, al menos, el título de “ayudante maestro”, a partir del cual se tiene el derecho a usarlo. 


El símbolo de mi escuela representa un crisantemo y el color no es otro que el "murasaki", palabra japonesa que denota un color similar al morado, violeta o lavanda, un color entre lila y violeta, como el color de las glicinias. En la poesía japonesa "murasaki" denota constancia. 


Ya tenemos todo listo, preparado y colocado, damos los últimos retoques a nuestro ikebana y................................ a disfrutar de nuestra obra de arte, de nuestra creación llena de creatividad, equilibrio y armonía.

viernes, 17 de octubre de 2014

Exposición de sumi-e y pintura china de Mariano Soto

Entre el 25 de septiembre y el 14 de octubre, las salas de Espacio Ronda Madrid han albergado una exposición de reconocido artista y pintor de sumi-e y pintura china Mariano Soto.

Bajo el título de “Oriente en el Mediterráneo”, Mariano Soto a realizado su primera exposición en Madrid en donde ha querido plasmar sobre el papel de arroz la esencia de la naturaleza  y los lugares vividos, aunando el espíritu de la pintura oriental con el color y el sentimiento mediterráneo.

Mariano Soto ha encontrado en la pintura china y sumi-e un camino de expresión, investigación y crecimiento, que le permiten desarrollar con gran talento su creatividad como las posibilidades terapéuticas que ofrecen estas técnicas.

A continuación, os dejo este pequeño video de la exposición con las increíble, bonitas y maravillosas pinturas de Mariano Soto.



sábado, 4 de octubre de 2014

Ikebana Express: vamos a crear un ikebana

Ikebana Express es un sencillo y pequeño vídeo, con una duración de dos minutos y medio y en donde de una manera muy resumida, sencilla y visual, se explica paso a paso el modo y manera de crear y realizar un ikebana.

En este caso, el ikebana ha realizar es de estilo "moribana" y para la confección del mismo hemos utilizado ramas silvestres teñidas, en este caso de color malva, rosas de dos tipos y tonos, unas ramitas de limonium y una hoja de helecho de cuero. 


Un ikebana, por supuesto, requiere mucho más tiempo para realizarlo; este vídeo pretende ser una sencilla y básica guía, sin complicaciones, sin entrar en detalles técnicos. 

Espero que os guste. ¡Muchas gracias!

martes, 12 de agosto de 2014

Wabi-sabi: estética y belleza de lo efimeramente imperfecto

En el artículo anterior “Mono no aware: sensibilidad por y para la belleza”, hablé de un concepto que hacía referencia a esa especial sensibilidad del arte y cultura japonesa, este concepto junto a él “wabi-sabi”, estos dos términos parecidos y ligados, hacen del mundo artístico japonés sea tan particular y especial.

A groso modo y de manera general podríamos definir el Wabi-sabi como un término estético japonés que describe a objetos o ambientes caracterizados por su simpleza rústica. El wabi-sabi combina la atención a la composición del minimalismo, con la calidez de los objetos provenientes de la naturaleza. A través de este concepto el autor, el artista logra comunicar emociones con su arte, bien sean las palabras, bien sean las líneas de un dibujo, el trazo de una caligrafía o las líneas de un ikebana.


Este concepto estético que empezó a desarrollarse a partir del budismo zen y que impregna cada valor artístico japonés de esa capa “zen” que muchas veces es tan imposible de explicar para un occidental. Cuando vemos una película japonesa, leemos un libro, admiramos un ikebana, saboreamos sus platos… Todo tiene una extraña sensación que los europeos solemos definir como “muy zen”. Las palabras wabi y sabi no se traducen fácilmente. Wabi inicialmente refería la soledad de vivir en la naturaleza, lejos de la sociedad, mientras que sabi significaba "frío", "flaco" o "marchitado". Hacia el siglo XIV estos términos comenzaron a cambiar, adquiriendo connotaciones más positivas.


Wabi ahora connota simpleza rústica, frescura o quietud, siendo aplicable tanto a objetos naturales como hechos por el hombre, o elegancia subestimada. También se puede referir a peculiaridades o anomalías que surgen durante el proceso de construcción y dotan de elegancia y unicidad al objeto. Sabi es la belleza o serenidad que aparece con la edad, cuando la vida del objeto y su impermanencia se evidencian en su pátina y desgaste, o en cualquier arreglo visible.



Eso es precisamente el wabi-sabi: hacer de la imperfección, la asimetría y la menudencia el germen de la belleza. Algunas características de la estética wabi-sabi son la asimetría, aspereza, sencillez o ingenuidad, modestia e intimidad, y sugiere además un proceso natural. Es algo tan diferente de nuestra concepción de lo hermoso que es complicado de entender para nosotros, que nos regimos por la idea de perfección y belleza de los griegos. 



Esta corriente japonesa estética y de comprensión del mundo se basa en la fugacidad e impermanencia. Para los japoneses,  la idea de belleza radica en lo hermosamente imperfecto; esa piedra tan impura, con diferentes tonalidades de grises y cuya forma dista mucho de ser el círculo perfecto, esa rama tronchada o ese capullo que comienza a florecer. 


Por ello este concepto alcanza su mayor esplendor en las numerosas artes japonesas que durante los últimos milenios se han visto influidas por el Zen, especialmente en cuanto a la aceptación y contemplación de la imperfección, el fluir constante y la impermanencia de todas las cosas.  Artes más conocidas en occidente, como la ceremonia del té japonés o “sado”: decoración austera, movimientos lentos y silencio, el haiku, los jardines zen, las ceremonias en las artes marciales, la presentación en la gastronomía japonesa, Honkyoku (música tradicional para shakuhachi de los monjes Zen), alfarería japonesa (Hagi ware) y por supuesto en el arte del ikebana, con la sencillez de sus líneas y elementos, logrando ese equilibrio y armonía que lo caracteriza.



Así definen Wabi-sabi, reconocidos escritores y diseñadores:

Según el diseñador Leonard Koren, autor del libro Wabi-Sabi: for Artists, Designers, Poets and Philosophers, se refiere a aquella belleza imperfecta, impermanente e incompleta.

Andrew Juniper escritor afirma que: Si un objeto o expresión puede provocar en nosotros una sensación de serena melancolía y anhelo espiritual, entonces dicho objeto puede considerarse wabi-sabi.

Richard R. Powell lo resume diciendo que: Ello (el wabi-sabi) cultiva todo lo que es auténtico reconociendo tres sencillas realidades: nada dura, nada está completado y nada es perfecto.



La sensación de ver la belleza en la imperfección es el wabi-sabi. Es la austeridad hecha felicidad. Sería como un pobre dichoso, una persona que no tiene nada de valor por fuera pero en su interior esconde un valor supremo.

martes, 6 de mayo de 2014

X Gran Exposición de Ikebana y Semana Cultural Japonesa

Un acto más, en conmemoración del Año Dual España-Japón, 400 Años de Relaciones; gracias a la iniciativa y la colaboración del Real Jardín Botánico de Madrid y la embajada de Japón en España. 


En este caso la Asociación de Ikebana de España e Ikebana Internacional Spain Castellana Chapter, han presentado y organizado, en el Pabellón Villanueva del Real Jardín Botánico de Madrid y entre los días 24 al 27 de abril del 2014, una exposición de Ikebanas y semana cultural como parte de los actos del Año Dual. 


Además se han ofrecido de manera paralela, numerosas muestras culturales japonesas como demostraciones y pequeños talleres de Ikebana, ceremonia del Té, concierto de Taiko (tambores japoneses), conciertos de Koto (arpa japonés) o demostraciones de Shodo (caligrafía japonesa).


Tambien hubo demostraciones de Kitsuke (como vestir el kimono), Origami (papiroflexia japonesa), charlas y muestras de Kokedama, Kusamono, Suiseki y cocina japonesa, un mercadillo de artesanía japonesa, entre muchas otras actividades.


Este vídeo es una pequeña muestra de los ikebanas expuestos para esta conmemoración. Espero que os guste. 



¡Gracias! ¡Arigato!

sábado, 12 de abril de 2014

"Mono no aware": sensibilidad por y para la belleza

De todos es conocida, la gran sensibilidad que derrocha la cultura y arte oriental y en especial la japonesa.

El término “mono no aware”, es un concepto o característica básica, especialmente de la literatura, pero totalmente extensible y aplicable al resto de las artes japonesas, un concepto estético que empezó a evolucionar en la era “Heian”, hasta nuestros días y relacionado o traducido como sensibilidad o empatía. Este concepto o idea tan puramente oriental, posiblemente no encaje con la concepción del mundo que tenemos los occidentales.


El “aware” o “mono no aware” hace referencia a esa emoción básica, esa sensibilidad o capacidad de sorprenderse o conmoverse, de sentir cierta melancolía o cierta tristeza ante lo efímero, ante la vida y el amor, que en general tienen los japoneses. Es la capacidad de sentir compasión o piedad, sin influencia alguna de religiones o credos. Es un sentimiento puramente humano que va más allá de lo superficial y se centra en algo más profundo.


El ejemplo más práctico y probablemente más conocido para todos del “mono no aware” es sin duda, la pasión de los japoneses por el “hanami”, especialmente por la apreciación del florecimiento de los cerezos. Las flores de cerezo, o “sakura”, desaparecen en unos días, unas semanas como mucho; son increíblemente efímeras y es justamente eso lo que conmueve a los japoneses, que las observan con sensibilidad pero también con cierta tristeza y melancolía ante lo que simbolizan: el paso del tiempo, representan lo efímero de nuestra existencia humana.


Todos tenemos y cumplimos un ciclo en nuestra vida y en la vida de los demás; todo tiene un ciclo, que en el mundo desde los animales y los árboles, hasta las montañas y los ríos, tienen un principio y un final y que la destrucción de algo, a final de cuentas, es parte de un ciclo inevitable del cual formamos parte. Pero en este ciclo también comprende y trata de disfrutar de aquellas pequeñas cosas que hacen que la vida muchas veces valga más la pena, la belleza de las cosas llega a su fin, pero también podemos conservar un tanto de esa belleza dentro de nosotros.


Tenemos que tratar de captar y ser sensibles a esa belleza, la belleza que se encuentra en todo lo que nos rodea, valorar el tiempo que tenemos en nuestro día a día, esa libertad para disfrutar de cosas tan hermosas como una lluvia de pétalos rosa. Esta marcada y especial sensibilidad caracteriza y aparece de manera notable en el arte del ikebana, albergando en su interior esa particular esencia de la belleza efímera. Un ikebanaka, un ikebana debe ser capaz de atraparnos en el tiempo, en sus motivos y elementos florales debe estar presente el pasado, el presente y el futuro.


Las palabras del maestro Kikayama Keita lo define como: "el sentimiento profundo que nos embarga al contemplar una hermosa mañana de primavera, y también la tristeza que nos sobrecoge, al mirar un atardecer otoñal. Pero, ante todo es un sentimiento de delicada melancolía que puede derivar en una profunda tristeza al sentir hondamente la belleza caduca de todos los seres de la naturaleza.”


Esta idea de una búsqueda ideal de la belleza, de un estado de contemplación donde se unen el pensamiento y el mundo de los sentidos, es característica de la innata sensibilidad japonesa por y para la belleza.

viernes, 7 de marzo de 2014

Japón en Cordoba. Exposición de Ikebana de la Escuela Enshu

Con motivo de los actos y actividades conmemorativos de "Año Dual España - Japón. 400 Años de Relaciones", la preciosa ciudad de Córdoba, cuyo casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994, aunque diez años antes, en 1984, lo había sido la Mezquita-Catedral de Córdoba; se une a esta celebración acogiendo diferentes actividades, eventos y exposiciones. Posteriormente dicha organización, amplió el título de  Patrimonio de la Humanidad no sólo a la Mezquita Central, sino también a todo el conjunto urbano que la rodea. Además en diciembre de 2012, Córdoba recibió otro distintivo más: La Fiesta de los Patios fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.


Bajo el nombre de "Japón en Córdoba" y entre el 11 y 30 de marzo, instituciones oficiales de la ciudad, como el Ayuntamiento, la Diputación, el Consorcio de Turismo y el Patronato Provincial de Turismo, organizan los diferentes actos y actividades a lo largo de la ciudad en los edificios y monumentos mas emblemáticos de la misma; estas contaran con el patrocinio y colaboración de otras empresas privadas y entidades de la ciudad.


La Mezquita-Catedral, el Palacio de Viana, el Templo Romano, el Alcázar de los Reyes Cristianos, el Castillo de Almodovar (Almodovar del Río) o el Real Jardín Botánico de Córdoba, entre otros, acogerán las diferentes actividades. Habrá exhibiciones de taiko (tambores japoneses), concierto de shamisen (laúd japonés), demostraciones de kitsuke (cómo vestir el kimono japonés), exposición de ikebana (arte floral japonés), conciertos de koto (arpa japonesa), exposiciones de bonsáis, conferencias, actividades al aire libre, degustaciones de comida tradicional japonesa y mucho más.



Dentro de la programación, entre el 28 y 30 de marzo, en la Sala A. J. Cavanilles, del Real Jardín Botánico de Córdoba, se podrá visitar la Exposición de Bonsáis e Ikebana, a cargo de la Asociación Cordobesa de Bonsái y la Escuela Enshu de Ikebana.



Una buena oportunidad para descubrir esta maravillosa ciudad, Patrimonio de la Humanidad, así como conocer y descubrir diferentes aspectos y artes de la cultura japonesa.

Dar las gracias a M.M. y M.C. por la información aportada y colaboración.