viernes, 4 de enero de 2013

O-shogatsu: Año Nuevo japonés

En todo el mundo existen tradiciones para pasar de un año a otro con los mejores augurios y Japón no es la excepción; en el país nipón existen costumbres curiosas, tradicionales, ancestrales, llamativas y otras con cierta similitud a las occidentales.
 
El “o-shōgatsu” o Año Nuevo es quizás una de las fiestas más importantes del calendario japonés. Se trata de un periodo de celebraciones que abarca del 1 al 3 de enero (shōgatsu sanganichi), días de fiesta nacional; aunque en un sentido más amplio se refiere al primer mes del año.


Según el calendario lunisolar japonés, una adaptación del chino que estuvo vigente hasta el 31 de diciembre de 1872 y en el cual la numeración de los meses estaba retrasada en aproximadamente un mes y medio con respecto al calendario moderno, el mes de enero recibía el nombre de “mutsuki” (mes de la armonía), un mes en el que se reunía la familia y celebraban banquetes para estrechar los lazos. Otros nombres que recibe este mes son “iwaizuki” (mes de las celebraciones),”toshihazuki” (mes en que comienza el año) o “hatsuharutsuki” (mes de la primavera temprana).

Los japoneses suelen volver a sus ciudades y pueblos de origen para iniciar el año nuevo al lado de sus familiares comiendo “mochi” y acudiendo al santuario o templo más cercano a mostrar respeto a los dioses y pedirles fortuna para el año que entra. Y es por esa razón que todos los santuarios de Japón están a rebosar durante los primeros días de enero. Es tradición comprar nuevos amuletos en el santuario que se visita y devolver, para que sean quemados, los amuletos que se compraron el año anterior.


Pero este periodo festivo de Año Nuevo, no solo es comer “mochi” o acudir a los santuarios y templos. Para poseer y obtener la tan ansiada felicidad y prosperidad en el Nuevo Año, los japoneses, fieles a sus arraigadas costumbres, realizan otras y diferentes acciones, que os cuento a continuación.

Básicamente el “o-shogatsu” es una fiesta familiar, en la que se da la bienvenida al dios del año entrante (toshigami) cocinando y degustando “zoni”, una sopa que contiene “mochi” (pasta de arroz muy consumida durante el Año Nuevo). También se degusta una serie de platos especiales llamados “osechi-ryôri”, una variedad de platillos que tiene directa relación con aspectos supersticiosos. Por ejemplo, quien desee aumentar la familia, deberá comer “kazunoko” (huevos de arenque), mientras que si se busca felicidad, comerá “kombu” (un tipo de alga). Los platos con base de verduras son muy populares durante estas fechas debido a que son fáciles de preparar y de almacenar. También son muy comunes los kakis secos, castañas, piñones, diversos pescados preparados de diferentes maneras y otros alimentos que varían según las regiones. Para recibir al Año Nuevo, los japoneses comen “toshikoshi soba”, una especie de tallarines que deben ser digeridos justo a tiempo para atraer larga vida, salud y prosperidad en general.


Los templos y santuarios budistas, justo entre el cambio de año viejo y nuevo, tocan sus 108 campanadas. Un evento que es altamente esperado por los japoneses, ya que se dice que con este acto, los pecados de las personas, que según esta religión son 108, se diluyen para iniciar una etapa libre de los mismos. Las familias suelen asistir muy temprano a los templos nipones con el objetivo de pedir sus deseos para el nuevo año, además, los asistentes pueden adquirir al azar, por sólo 100 yenes, un papelito que describirá su suerte para el período que comienza. La idea es doblar dicho pergamino (a lo largo) y atarlo en unas cuerdas que se disponen a lo largo del lugar para que el viento se lleve los buenos augurios.


Todos los años, los japoneses reflexionan como país sobre el presente año y eligen un kanji (carácter-palabra) que represente el sentimiento de la sociedad en aquella fecha. En esta ocasión, el escogido fue “kin” (金) que significa oro y que tiene mucho sentido para el pueblo nipón tras haber sido el año de las olimpiadas, del eclipse total de sol y por último, en honor de Shinya Yamanaka, Premio Nobel de Medicina 2012.


Las puertas de los hogares nipones son decoradas con “kadomatsu” y “shimekazari”, adornos típicos de la época que sirven para alejar los malos espíritus y atraer la buena suerte. Estas decoraciones tradicionales, se suelen recoger entre el 7 y el 14 de enero, y serán quemadas en un acto llamado “dondo yaki” celebrado en los santuarios sintoístas.






También es común recibir las tarjetas postales de felicitación del Año Nuevo o “nengajo”. Son enviadas por millones durante las semanas previas al fin de año, pero que ordenan y clasifican en Correos para ser repartidas a la vez el 1 de enero. Las postales suelen estar decoradas con dibujos del animal que representa el nuevo año según el zodiaco japonés. Este 2013 será el año de la serpiente.


Otra tradición típica es que los niños reciban dinero de los padres, abuelos y familiares en sobres especialmente decorados (o-toshidama), esta costumbre es muy común en Japón y nos solo entre los mayores y los más pequeños. Tiene su origen en las antiguas ofrendas que se hacían a los dioses. Los sobres con dinero pueden contener entre los 2.000 a 10.000 yenes. Podemos compararla con la tradición española del "aguinaldo", aunque en el "otoshidama" parecen ser más generosos.

 
"O-shogatsu" es con mucho la celebración más importante y grande del año en todo Japón. Es un tiempo para la paz y la resolución de conflictos, y las celebraciones duran cinco o seis días. Todo lo asociado con el "o-shogatsu"  es simbólico y tiene el carácter de ser "lo primero" del Nuevo Año. Así pues el "o-shogatsu" tiene un sentido de renovación. Por ello y con este motivo se celebran muchos “primeros” (hatsu): la primera visita a un santuario sintoísta (hatsumōde), el primer amanecer (hatsuhinode), el primer sueño (hatsuyume), el recibimiento de la primera mercancía (hatsuni) o la primera escritura caligráfica (kakizome).
 
Desde aqui, desearos a todos un Feliz Año Nuevo o lo que es lo mismo "Akemashite Omedetou Gozaimasu".

viernes, 21 de diciembre de 2012

Merīkurisumasu. ¡Feliz Navidad!.

A Ti que eres muy especial y formas parte de mi vida, a mi familia y amigos, a los seguidores y lectores del blog, a los entusiastas, aficionados y curiosos del ikebana, y en definitiva, a todos, os deseo Feliz Navidad.


Por ello con este "navideño" ikebana con ramas verdes de abeto que simbolizan el perdurar de la vida, la grulla de origami simboliza la Paz y la vela que representa la luz de la Esperanza que nos ilumine en estos difíciles momentos; os envío y reitero mis felicitaciones y mis mejores deseos de Felicidad, Amor, Suerte, Paz, Trabajo y Salud.

Feliz Navidad 
Kalá Christoúgenna
Merry Christmas
Joyeux Noël
Buon Natale
Frohe Weihnachten
メリークリスマス

sábado, 8 de diciembre de 2012

Listas de tres: los tres paisajes más bellos de Japón

Un curioso y arraigado gusto y afición de los japoneses, es el de enumerar y listar de tres en tres o en listados y rankings, los lugares, sitios, aspectos o acontecimientos más populares o bellos de Japón. De hecho, generalmente se supone que son tres los lugares o acontecimientos esenciales que se deben visitar al menos una vez en la vida.
Dicho entusiasmo comenzó en el siglo XVII con los "tres paisajes"; la lista data nada menos que del año 1643 y está atribuida al filósofo Hayashi Gahō, que quiso enumerar a su juicio los tres paisajes más hermosos y bellos de Japón. Ya entonces, aparecen en los grabados "ukiyo-e" de la época.  Desde entonces, han florecido muchas más y están implantadas en el imaginario colectivo de Japón.

Algunas de estas listas son: los tres paisajes más bellos, los tres paisajes nocturnos más bellos, las tres montañas sagradas, los tres jardines más bellos, los tres puentes más bellos, los tres castillos más bellos, los tres santuarios más bellos, los tres festivales más bellos, los tres “onsen” más famosos……; realmente, una buena, práctica y fácil guía para no perderse nada, cuando visitemos Japón.

“Nihon Sankei” es el nombre que recibe en japonés esta antigua lista de los tres paisajes más bellos de Japón. Según Hayashi Gaho, estos paisajes fueron, son: el paisaje de Miyajima, el paisaje de Matsushima y el paisaje de Amanohashidate.

Miyajima: es una isla a unos 50 km de Hiroshima. Su nombre significa "isla santuario" y en ella se encuentra el "Santuario de Itsukushima", venerado desde tiempos antiguos, ya que se consideraba ser el guardián de la divinidad del mar.


Construido sobre el mar en el año 593 y reconstruido por Taira-no-Kiyomori en 1168, tal y como se conoce actualmente. Su construcción está formado por un corredor de 280 metros que comunica los más de 20 edificios del conjunto. Entre los edificios principales destacan el templo principal, un teatro "Noh" en el que todavía se hacen representaciones, salas de música y otros templos más pequeños y por supuesto una magnífica vista de su famoso "torii".


El famoso "torii" de color rojo se sitúa en el mar y enfrente al santuario. Probablemente sea una de las imágenes más conocidas de Japón, junto con el Monte Fuji y la Torre de Tokyo; además de ser Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1996.


Dicen que es un lugar de gran belleza por la integración paisajística de sus bellezas naturales y de sus esplendidos y bellos edificios religiosos. Un lugar precioso para contemplar y ver el "torii" desde cerca, caminando, mientras la marea esta baja, y esperar a que ésta suba para poder verlo rodeado de agua; así como la silueta dibujada del "torii" en el espectacular atardecer.


Matsushima: es un conjunto de 260 islas e islotes rocosos cubiertos de pinos, en la bahía del mismo nombre. Se encuentra al norte del Japón, en la prefectura de Miyagi y cercana a la ciudad de Sendai, conocida últimamente más por el terrible y desgraciado terremoto y tsunami del 2011 que asoló el norte de Japón.


Un lugar espectacular con varios, bellos y famosos santuarios y templos repartidos por los islotes; cuyo paisaje cambia continuamente, de isla a isla y según las estaciones. Desde el periodo "Heian", ya se alardeaba de su belleza. Cuenta la leyenda que el poeta Matsuo Basho, de camino a Matsushima, no pudo escribir ni un verso sobre esta zona porque no había palabras para evocar la belleza del lugar.


Entre los templos y edificios más conocidos y famosos que se encuentran en la zona, destacan: el Templo de Entsuin, el Templo de Godaido, el Templo Zuiganji o la Casa de Té Kanrantei.


Se dice que la belleza de estas islas, se puede apreciar desde cualquier punto y en todas las direcciones; un equilibrio perfecto entre el contraste de colores creados por los pinos verdes y la belleza figurativa producido por pequeñas islas que flotan en el mar.


Amanohashidate: en la Bahía de Miyazu, al norte de Kioto, encontramos una curiosa formación natural, una lengua o banco de arena cubierta de pinos formando una espectacular vista.


Esta lengua de tierra, une ambos extremos de la Bahía de Miyazu y está cubierta por más de 7.000 pinos, tiene una longitud de 3,3 kilómetros y varía en anchura entre los 20 metros y los 170 metros.


La cima del cercano Monte Moju es uno de los mejores lugares para admirar esta curiosa formación geológica. El nombre de Amanohashidate  significa literalmente "Cielo Puente Levantarse", así que bien podría traducirse como "el puente que sube hacia el cielo".


Para poder entender mejor este nombre dicen que es necesario observar el paisaje boca abajo, así que todo el mundo que sube hasta el mirador hace el esfuerzo de agacharse y mirar por entre las piernas. Desde esta perspectiva, nos dará la sensación que la lengua de arena "camina" hacia el cielo.


Ya conocemos pues, los tres paisajes más bellos de Japón. Estoy seguro que hay otros muchos que deberian de incluirse en esta lista. De todos modos, estos rankings y listas nos pueden ayudar de una manera practica y sencilla a elegir entre nuestras preferencias y para no perdernos nada durante nuestra visita a Japón.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Ikebana de "cumpleaños". ¡Felicidades Mamá!

El pasado 16 de noviembre, mi querida y señora madre, cumplió años. Aparte del pertinente regalo, la obsequie con el ikebana de la foto.
 
Desde que comencé con los ikebanas, mi madre se ha convertido en la "fan" número 1. También desde entonces, repartidos por la casa no pueden faltar diferentes ikebanas.
 
Es maravilloso tener este tipo de "fans", todos los ikebanas la resultan y parecen bonitos, espectaculares, armoniosos, increíbles.......; desde luego no hay nada como el amor de madre (jajajaja).
 
 
 El ikebana de "cumpleaños" es de estilo "moribana"; el "shin" y el "gyo", está compuesto por unas espectaculares y llamativas ramas de liquidambar, esplendidas en esta época del año; lo acompañan como "do" un par de bonitos liatris y un crisantemo "pompón" , también un poco de paniculata como "soe" de "do". Finalmente, como "tome" una rama de madroño.

Por ello con todo mi cariño y agradecimiento por estar siempre ahí, aquí; este ikebana de "cumpleaños" para la madre más "fan".

¡Felicidades Mamá!

martes, 13 de noviembre de 2012

Museo del Bonsái de Alcobendas: el "Museo del Prado" de los bonsáis

Bonsái es una palabra japonesa que significa literalmente "bon = bandeja + sai = naturaleza" y consiste en el arte de cultivar árboles y plantas, reduciendo su tamaño mediante técnicas, como el trasplante, la poda, el alambrado, el pinzado, etc.; modelando su forma para crear un estilo que nos recuerde una escena de la naturaleza.

 
He tenido la ocasión de visitar el Museo del Bonsái de Alcobendas MMBA (Madrid). Un museo el cual desconocía y realmente sorprendente por la belleza de los más de 300 bonsáis que se exponen y albergan sus fondos.

De todos los bonsáis, 50 son propiedad del Ayuntamiento de Alcobendas, 5 fueron donados por el expresidente Felipe González y el resto pertenecen a la colección particular de Luis Vallejo, director del museo y uno de los patriarcas y gran maestro del bonsái en España.






 


Las fotos que ilustran este artículo son una pequeña muestra de algunos de los bonsáis que particularmente más me gustaron e impresionaron. Las fotografías pertenecientes a bonsáis están hechas por mi, las otras fotos del artículo son tomadas de la red.










 
Arces, pinos, ginkgos, zelkovas, menbrilleros, olivos, encinas, sabinas, enebros, hayas, pinos, madroños, piceas y un largo número de diferentes especies de arboles japoneses y autóctonos, os esperan en este espectacular, interesante y bello museo.

lunes, 1 de octubre de 2012

El mágico color del otoño

Un año más, otro cambio de estación y nuevamente el otoño ha llegado; una época de paso entre el caluroso verano y el frío invierno. Posiblemente, la estación del año más melancólica y romántica para unos, tranquila y sosegada para otros.

 
La más mágica estación que nos inunda e invade los sentidos y nos desborda de belleza con imágenes maravillosas llenas de colorido y tonalidades marrones, amarillentas, anaranjadas, violetas y rojizas en bosques, parques y jardines como antesala a los blanquinegros, grises y fríos inviernos.

 
La melancólica luz compite con los maravillosos colores como si jugasen entre los árboles, mostrando magníficas y bellas tonalidades. La tierra se cubre de teñidas y crujientes alfombras que nos invitan al paseo y a la contemplación de desnudos e implorantes árboles que, mirando al cielo, sueñan primaveras.

 
El otoño nos envuelve con sus colores, sus aromas y su magia, nos hace soñar y sentirnos agradecidos de poder ser, nuevamente, afortunados espectadores de extraordinarias y bellas escenas naturales.
 

Cada otoño, los amantes de la vida al aire libre admiran el hermoso espectáculo de colores, y las maravillas de la Madre Naturaleza. Aunque la primavera, el verano y el invierno tienen su propio esplendor natural, es probable que ninguna estación cuente con el atractivo estético del otoño.

 
A lo largo de todo el mundo, este espectáculo se repite en los diferentes bosques, parques o jardines; con las diferentes especies de árboles, arbustos y flores de la zona. Y como dice el refrán: “para muestra, un botón”; las fotos que acompañan a este artículo son algunas de las muchas que se pueden encontrar en la red. En este caso y de arriba abajo pertenecen a instantáneas otoñales de Japón, Estados Unidos, Inglaterra, Francia y España.

“Divino misterio en estas hojas de otoño que caen sobre los Budhas de piedra” (Imaizumi Sogetsu)

martes, 21 de agosto de 2012

A mi padre: In Memoriam

De nuevo, me tomo una pequeña licencia y libertad al escribir este artículo que aunque no este relacionado con el mundo del ikebana, si forma parte del camino o "do" de mi vida, al igual que el "do" del ikebana. Por ello, hoy 21 de agosto, este conjunto de letras y palabras, van dedicadas a la memoria de mi padre.

Ya hace seis años que nos dejaste, seis años sin tu presencia, sin estar entre nosotros físicamente aunque tu recuerdo, tu persona sigue profundamente junto a todos los que te quisimos y queremos.

Dicen que el tiempo lo cura todo, que es un buen antídoto para el olvido pero en este caso no es así; hemos aprendido o tratamos de aprender a continuar con nuestra vida, nuestra rutina sin ti. Efectivamente el tiempo en este sentido si te enseña, pero el recuerdo, el sentimiento no se puede borrar jamas.

Que se puede decir de la ausencia de un padre; por ello, permitirme reproducir las sentidas y cariñosas palabras que dedique a mi padre en su emotivo funeral a los pocos días de su fallecimiento. Apesar del tiempo transcurrido no puedo evitar emocionarme al recordar estas palabras; palabras, recuerdos y sentimientos que siguen vigentes transcurridos los años.


"En primer lugar, dar las gracias a todos, familiares y amigos por vuestro cariño y apoyo en estos difíciles momentos para nosotros, vuestra presencia nos reconforta.

Como consecuencia de un triste, duro y largo proceso que le llevo desde ser lo que siempre fue, un hombre cariñoso, generoso y vital, a un hombre al que su cuerpo no le proporcionaba mas que problemas y desdichas; han sido algo más de años de gran dureza, en los cuales el sufrimiento y deterioro iban aumentando día a día; y aun así nos ha dado una gran lección de valentía y dignidad, desde el primer día afrontó, asimiló y asumió con gran entereza y naturalidad, su triste enfermedad, siendo plenamente consciente del triste final.

Se que en estos momentos cuando alguien se ha ido, siempre se suele decir lo bueno que era, pero en este caso me consta y doy fe que ha sido así; mi padre era "buena gente", no se si habrá sido el mejor, pero sin duda ha sido un excelente y buen esposo, padre, hermano, abuelo, tío, primo, amigo, vecino....; una excelente persona preocupada siempre por el bienestar de su familia y todos los suyos; Papá era un hombre afable, atento, amable, respetuoso, educado y por supuesto, coqueto; era todo un señor, todo un caballero. Papá tenía ese don de gentes, le querían y sobre todo respetaban hasta las piedras.

Hace once días que mi padre nos dejó, le echamos mucho de menos, pero siempre estará y permanecerá con nosotros, sigue y seguirá vivo en nuestros corazones.

Durante estos días han sido muchas las muestras de condolencia, cariño y apoyo que hemos recibido y aunque en algún momento puedan resultar abrumadoras, son muestras sinceras que a uno le llenan de orgullo y satisfacción ser hijo de quien soy. Se que mi padre desde donde quiera que esté, estará contento, satisfecho y orgulloso de veros a todos hoy aquí.

Por último, de nuevo daros las gracias a todos por que mi padre así lo hubiera querido y hecho; mi agradecimiento particular a ....(varias personas).....; a todos gracias por estar ahí, por su apoyo, compañía, comprensión, paciencia; y por supuesto dar las gracias especialmente a mi madre que desde hace 57 años y junto a mi padre han compartido sus vidas, en los buenos y malos momentos, siempre juntos e inseparables, siempre mirando hacia adelante y que en los últimos dos años, se entrego en cuerpo y alma al cuidado de Papá, dándole todo el apoyo, cariño ternura y amor posible para evitarle sufrimientos mayores. ¡Gracias!"


Mi padre no llegó a conocer la afición y pasión que adquirí al descubrir el mundo del ikebana; pero estoy seguro que esté donde esté, estará contento y orgulloso de su ikebanaka hijo. Por ello no me queda más que dedicarle este ikebana con todo mi amor y cariño; un ikebana de estilo "moribana", en el cual he querido plasmar y representar  de alguna manera su personalidad y manera de ser; un ikebana en donde las ramas de parra se abren como "dos brazos" orgullosos y preparados para recibirnos y abrazarnos. Las complementan una vistosa y calida alstroemeria, acompañada de unas sencillas y coquetas achilleas. Por último un siempre elegante anthurium.

Te sigo echando de menos. Sigues presente en mi vida, en mi camino, en mi "do".