lunes, 9 de enero de 2012

"Kagami Mochi": pastel de arroz para Año Nuevo

Otra de las decoraciones tradicionales y típicas en Japón durante las fiestas de Año Nuevo es el “kagami mochi”, aunque más que un motivo decorativo es una ofrenda al dios del año nuevo, llena de significado. El “kagami mochi”, literalmente significa “espejo de pastel de arroz”. Suele estar compuesto por dos “mochi” (pasteles de arroz) redondos, el menor puesto encima del mayor, y un “daidai” (naranja agria japonesa) con una hoja pegada encima, su forma recuerda a un muñeco de nieve y se suele mantener hasta mediados de enero. Otros elementos decorativos en el “kagami mochi” pueden ser una hoja de “konbu” (especie de alga) y una brocheta de caquis secos que se colocan bajo el “mochi”.


Pero la tradición no sólo dice cómo debe ser el “kagami mochi”, sino también dónde debe estar, se colocará en un soporte llamado “sanpō” y sobre una tela llamada “shihōbeni”, la cual se supone aleja los incendios de la casa durante los años siguientes; también se le ponen hojas de papel llamadas “gohei”, dobladas en forma de relámpago y parecidas a las que llevan los luchadores de sumo en el cinturón. Una vez que el “kagami mochi” está terminado con sus diferentes elementos, lo colocaremos en un lugar especial. Originalmente se podía poner en diversos lugares del hogar, la tradición actual dice que debe ponerse en el “kamidana”, un pequeño altar sintoísta situado en la parte alta de alguna pared del hogar, o también puede ponerse en un “tokonoma”, especie de hornacina situada en la habitación principal de la casa que suele contener una muestra de caligrafía y algún ikebana.


El “kagami mochi” es una decoración que surgió en el periodo Muromachi, entre los siglos XIV y XVI, y se dice que las dos piezas de “mochi” representan la luna y el sol, el ying y el yang o los años que vienen y los que se van. Y al igual que ocurre cuando incluimos la naranja amarga o “daidai” en el “shimekazari”, aquí también se incluye porque la palabra “de generación en generación” se lee igual, aunque con kanjis o ideogramas diferentes y simboliza así la perduración de la familia a través de sucesivas generaciones. El nombre también tiene que ver con el periodo Muromachi, porque en este periodo japonés eran típicos los espejos de cobre con forma redondeada, que se llamaban “kagami”, y es que se dice que los dos pasteles de “mochi” tienen una forma parecida.


El "kagami mochi" tiene también “fecha de caducidad”, en este caso se come en todas las casas en un ritual llamado “kagami biraki” (apertura del espejo) que suele tener lugar el 11 de enero o bien el segundo sábado o domingo de enero. En este ritual, el “kagami mochi” se rompe en pequeños trozos antes de comerlo, o bien con las manos o con unos martillos, pero nunca se corta, porque entonces tendría connotaciones negativas ya que sería lo mismo que cortar los lazos que te unen a la gente que te importa y a la gente con la que compartes el ritual. Además de tomar "mochi", este se acompaña de "sake".


Como curiosidad, decir que este ritual adquiere una gran importancia en los “dōjōs” (gimnasios) de artes marciales. Fue incorporado por primera vez en las artes marciales japonesas cuando Jigorō Kanō, el fundador del judo, lo adoptó en 1884, y desde entonces la costumbre se ha extendido al aikidō, el karate y el jūjutsu.

Para los japoneses, este tipo de tradiciones tienen un gran significado y se le da muchísima importancia a todos los detalles. No es como las decoraciones navideñas en España, se colocan y ya, sin que haya unas reglas o líneas fijas sobre el cómo y el por qué.

viernes, 23 de diciembre de 2011

"Kadomatsu" y "Shimekazari": adornos de Año Nuevo

La historia de la religión en Japón tiene un largo proceso de influencias recíprocas entre las tradiciones religiosas; tiene como característica común el sincretismo, es decir, la mezcla de varios sistemas de creencias y prácticas religiosas; aunque mayoritariamente se procesa el budismo y sintoísmo. Por ello la Navidad no se celebra al menos como nuestro sentido más religioso; influenciado por occidente se celebra de una manera y fin más comercial y consumista.

En cambio si es muy importante para ellos la celebración del Año nuevo, una de las grandes celebraciones y fiestas del país.

En Año Nuevo se supone que los dioses visitan las casas, por ello días antes, se hace una gran limpieza general o “susuharai”, todo debe estar reluciente para la llegada de los dioses y hay que darles la bienvenida como se merecen, por ello las entradas y puertas de las casas, comercios, edificios se engalanan y adornan con los motivos típicos para la ocasión: el “kadomatsu” y “shimekazari”.

“Kadomatsu” significa literalmente, "puerta de pino"; tradicionalmente se colocan en parejas frente a las entradas de las casas, edificios o comercios, uno a cada lado, representando la dualidad femenina y masculina; con el fin de honrar y recibir el “toshigami” (dioses de Año Nuevo), quienes traerán una abundante cosecha para los agricultores y otorgarán la bendición de los antepasados. Se colocan después del día de Navidad y permanecen hasta el día 7 de enero, aproximadamente. En muchos casos después de esta fecha, el “kadomatsu” se quema para apaciguar a los “toshigami” y ponerlos en libertad.

Aunque los diseños puedan variar según las regiones, en todos hay en común, 3 elementos básicos de gran importancia que representan y significan los buenos deseos para el nuevo año: el “take” o bambú: significa longevidad; el “matsu” o pino: significa prosperidad y por último, el “ume” o ciruelo: significa firmeza y constancia.


La parte central del "kadomatsu" está formado por tres grandes brotes de bambú. Al igual que en el ikebana, los brotes son colocados a diferentes alturas y representan el cielo, el hombre y la tierra; siendo el cielo el brote más alto y la tierra el más bajo. En algunos “kadomatsu” el hombre y la tierra están a la misma altura. Alrededor del bambú se coloca y adorna el pino, el ciruelo se coloca en uno de los lados. Además se pueden acompañar y decorar con otros motivos. Todos los elementos del “kadomatsu”, están unidos por una estera o cuerda tejida con paja.

Otro adorno típico para la celebración de Año Nuevo es el “shimekazari” y recuerda a una barrera, una “barrera” normalmente trenzada y hecha con paja de arroz, con el fin de prevenir y protejer la entrada de los malos espíritus, de las malas vibraciones o la mala suerte; podríamos decir que es una decoración tipo amuleto.

El “shimekazari” lo encontraremos en las entradas de los santuarios y sobre el frente de las puertas de las casas. Al igual que el “kadomatsu”, existen muchas formas y tamaños, así como el diseño y forma de colocarlos, dependiendo de las diferentes regiones; pero todos tienen en común que su principal elemento es una cuerda trenzada hecha de paja de arroz o “shimenawa”. Esta cuerda o soga simboliza que el lugar, es un sitio sagrado. En la mayoría de los santuarios y altares que hay en los hogares, suele ser de forma recta, aunque otros diseños adoptan una forma redonda, como una corona.











La cuerda o “shimenawa” es decorada también con diferentes elementos y adornos que propiciarán y atraerán la buena suerte y el buen augurio: tiras de papel blanco y rojo, naranjas de sabor amargo, hojas de helecho, un abanico, pequeños animales como tortugas, langostas o grullas, monedas de color dorado, un pequeño gato o “manekineko”, guindillas, paja y espigas, pino………


Cada uno de estos adornos y elementos son importantes ya que representan y simbolizan los mejores deseos de longevidad, protección, éxito, prosperidad, abundancia…, para los que visiten y entren en un santuario u hogar nipón.


sábado, 17 de diciembre de 2011

Escuela Ikenobo: Exposición de Ikebana Navideño

En el año 2012 se cumple el 550 Aniversario de la fundación de la Escuela Ikenobo de Kyoto; la escuela de ikebana más antigua de Japón.

Entre el 13 y el 18 de diciembre de 2011, Espacio Sony (C/ Serrano, 12; de Madrid), en horario ininterrumpido de 10.00 a 21.00 h, acoge esta exposición de ikebana navideño.

Dirigida por la maestra Rikako Yano y en la que podremos apreciar obras de sus alumnos; es la primera de tales características que se realizarán. Durante mucho tiempo Japón ha sido un país sin tradición navideña. Influenciado por occidente, poco a poco la Navidad y su decoración van ocupando un lugar en los hogares japoneses. Ahora, la Escuela Ikenobo muestra el Ikebana, el tradicional arreglo floral japonés, en su vertiente más innovadora y creativa.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Ikebana para "Entredós Antigüedades"

Este ikebana de estilo "moribana", con toques navideños, es el resultado del encargo efectuado por parte del anticuario "Entredós Antigüedades. Arte y Antigüedades" situado en la llamada "Milla de Oro", en la prestigiosa C/ Ortega y Gasset, 8; de Madrid.

Sobre un recipiente de plata, tipo plato, he creado este ikebana con ilex (bayas rojas), anturios blancos, pino y muérdago; elementos usados tradicionalmente para estas fechas, los elegantes anturios blancos (también color muy navideño) aportan un toque diferente.

Como resultado, un sencillo y armonioso ikebana a la par que vistoso y elegante.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Japón en el Museo del Traje: exposición "The Nature Spirit, Arte Textil Contemporáneo Japonés".

Desde el pasado 18 de noviembre y hasta el próximo 15 de enero, la Universidad Complutense de Madrid y la organización internacional World Textile Art presentan la exposición “The Nature Spirit, Arte Textil Contemporáneo Japonés”, en las salas del c arte c, del Museo del Traje de Madrid.

La exposición, comisariada por Hideho Tanaka, es una reflexión sobre la propia vida y la relación del hombre con la naturaleza y con su entorno a través de los elementos que la componen. El canal de expresión es el tejido sobre el que se hace una lectura de la relación del arte japonés milenario con la naturaleza.

Como complemento al proceso creativo de este arte actual y a la vez milenario, se ha desarrollado una programación cultural llamada “Encuentros con Japón” con actividades relacionadas con la cultura japonesa.

Entre estas actividades encontraremos diferentes talleres, conferencias, demostraciones o exposiciones; desde un taller de “furoshiki” (arte de envolver objetos en tela), o un taller de dibujos patrones misteriosos con tinta china, a un taller de "origami". Diversas conferencias sobre el Arte Contemporáneo textil Japonés-“Alabanza para la naturaleza” y “Expresar la voz interior” o conferencia sobre "haiku" (lectura de los "haikus" intercalados con melodía). Demostraciones sobre el uso del kimono infantil; charla y degustación de Sake; charla y demostración de "Karahuri-Ningyo" Muñecos autómatas); exposición de Bonsái, Suiseki y Kokedama. Demostración de Bonsái e Ikebana (día 26 de noviembre a las 17.30 h).

Os animo a que visitéis esta interesante exposición y al tiempo descubrir y conocer otros aspectos de la cultura japonesa. Asimismo, una buena excusa para conocer y visitar el Museo del Traje, un curioso e interesante museo, ubicado en una tranquila zona y rodeado por grandes arboles y cuidados jardines.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Un origami de otoño

Como ya sabeis, el origami es el arte de origen japonés consistente en el plegado de papel, para obtener figuras de formas variadas. En español, este arte lo conocemos como papiroflexia, aunque se le conoce más por su nombre oriental, origami.

Según la filosofía oriental, el origami aporta calma , paciencia y perseverancia a quien lo practica.

En el origami no se utilizan tijeras ni pegamento o grapas, tan sólo el papel y las manos. Por lo tanto, con sólo algunas hojas de papel pueden obtenerse distintos y diferentes figuras o incluso cuerpos geométricos.

Buscando fotografias para el artículo anterior, "Estampas otoñales", descubrí esta curiosa fotografia. Curiosa no por que se trate de una rara o extraña fotografía, simplemente curiosa por su originalidad y sin duda su trabajo.

En este caso nos encontramos con esta bonita y asombrosa estampa otoñal, un original origami totalmente otoñal; con todo detalle, su geisha, su arbol y hojas, etc....

Desde aqui un bravo para el autor, por su originalidad, por su creatividad, por su destreza y paciencia.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Estampas otoñales

Ya hemos dicho en alguna otra ocasión que el otoño es una de las mejores épocas y estaciones del año para viajar y descubrir Japón.

Es en esta época cuando el follaje de las montañas se torna de colores rojo, anaranjado y amarillo, la gente preparan su "bentoo" (pic-nic) y salen a caminar y pasear por las montañas, parques, jardines con el fin de poder contemplar el espectacular follaje de otoño.

El Otoño en Japón es especialmente hermoso y contemplar el colorido de las hojas de los arboles es una tradicional afición de los japoneses.

Este periodo del año se le conoce como "koyo" (en mi artículo "Koyo: las hojas rojas del otoño japonés". 08/10/10; ya hablé de este periodo) y hace de los bosques y jardines y en general de los paisajes naturales, un espectáculo visual incomparable, muy especialmente las diferentes tonalidades y matices de ocres a rojizas de los arces o "momiji".

Yo, aún no he tenido la ocasión y oportunidad de visitar Japón y como consecuencia no tener fotografias de esos instantes. Por ello y de momento, me conformo con dejar volar mi imaginación y sentidos, contemplando algunas de las muchas fotografías que "circulan" por la red, para deleite de todos. Espero que al igual que yo, os gusten estas fotografias y me acompañeis a "viajar", perdiendonos en estas bellas estampas otoñales.