martes, 1 de febrero de 2011

Haikus de invierno

Posiblemente influenciado por el frío que nos visita estos días y dado la época en que estamos, os traigo una serie de “haikus” que hacen referencia a la naturaleza, a la intemperie y sobre todo, al invierno. En su forma tradicional, el “haiku” debe incluir obligatoriamente lo que se denomina “kigo” o palabra de estación: de este modo, nos encontramos con bellos y sencillos “haikus” de verano, de otoño, de primavera y de invierno. Les reconoceremos facilmente porque los poemas incorporan palabras que hacen referencia a flores, aves, insectos, rasgos paisajísticos y fenómenos naturales propios de cada estación. Acompañan a estos “haikus”, imágenes de grabados japoneses con escenas invernales. Espero que os gusten. ¡Abrigaros!

Ruido
de cascada cayendo
en el mar en la noche
de invierno (Kyokusui)

La tormenta de invierno
se vierte en el ruido
del mar (Gonsui)

La ráfaga no quiere
que el chaparrón
llegue hasta el suelo (Kyorai)

Llueve y llueve,
hasta que los rastrojos
quedan negros (Bashô)

En los bambúes
entra la tarde,
entra la lluvia fría (Seisei)

Baya,
clavija roja
sobre la escarcha (Shiki)

No hay cielo ni tierra
sólo nieve
que cae eternamente (Hashin)

viernes, 7 de enero de 2011

Destino España TVE 1: Madrid. Emisión del programa.

En el mes de mayo publiqué un articulo sobre la grabación de parte del programa Destino España de la TVE1 a mi profesora de ikebana Masako Ishibashi. Parte de este programa se grabó en la escuela de ikebana donde Masako imparte sus clases y de la cual soy alumno. Creo que en un momento de dicho programa aparezco (jajaja); os invito a que el próximo martes 11 de Enero y sobre las 00.05 h veáis dicho programa. En la parte derecha del blog, encontraras en ENLACES, un avance resumen del programa. Tambien a continuación te dejo el enlace. Gracias y hasta pronto.

lunes, 3 de enero de 2011

¡Feliz "Usagidoshi"!, ¡Feliz "Año del Conejo"!

Mientras en la mayor parte de Asia, el año nuevo se celebrará en febrero, este año los japoneses le han dado la bienvenida al Nuevo Año, al Año del Conejo el 1 de enero.

Millones de personas en Japón se habrán desplazado hacia los templos budistas del país desde la noche del 31 de diciembre para pedir protección y suerte para el Año Nuevo en salud, dinero, negocios, amor, estudios, pareja .....

El 2011 da inicio a este año siendo de gran importancia para el país, ya que el conejo según la tradición nipona representa y simboliza la gracia, los buenos modales, el consejo sano, la bondad y amabilidad, la sensibilidad a la belleza, la fortuna, la abundancia, la paz y la prosperidad.

No sorprenderá entonces que en Japón haya una verdadera locura por todo tipo de mercancía y productos relacionados con el animalito, los cuales se están vendiendo al por mayor, desde mascotas, amuletos, figuritas o golosinas con forma de estos tranquilos y amigables roedores.

Las personas nacidas en el año del conejo poseen uno de los signos más afortunado; amantes de la paz, impecables en la búsqueda de una buena vida, inteligente en los negocios y con la mente creativa pero a veces cambiantes.

El horóscopo japonés viene de la tradición china y está formado por 12 animales y 5 elementos, cada persona está representada por uno de estos dependiendo del año de nacimiento. Estos son: la rata, el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el jabalí. Los 5 elementos están formados por: el metal, la tierra, el fuego, la madera y el agua.

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, vivía un dios en el fondo de una montaña. Un 30 de diciembre, dicho dios envió unas cartas a todos los animales del país. Estos la recibieron al día siguiente. La carta decía: "El primero de enero por la mañana, quiero que vengan aquí, y según el orden en que lleguen, del primero al décimo segundo, designaré su jerarquía entre todos los animales, correspondiéndole a cada uno un año". Los animales estaban muy animados con la carrera. Todos pensaban:"¡De todas maneras seré el jefe!", pero un sólo animal, el gato perezoso, no leyó la carta, sino que la rata le "informó" sobre el asunto. Pero la rata traviesa, en lugar de decirle al gato que el primero de enero deberían de llegar al lugar designado, le mintió diciéndole que la fecha de llegada era el segundo día de enero. El gato le agradeció por la información. Todos los animales decían: "Mañana tengo que levantarme muy temprano, por eso ya me voy a dormir".Así lo hicieron todos, excepto el buey que dijo: "Yo ya voy a salir porque soy lento caminando". La rata que estaba viendo eso, trepó al lomo del buey y dijo: "¡se está muy cómodo aquí!". El buey sin darse cuenta, siguió caminando. El resto salió a la mañana siguiente. Todos se dirigieron corriendo a la casa del dios. A la salida del sol del nuevo año, apareció primero el buey en el lugar fijado. ¡No, no fue el buey, fue la rata!; esta saltó a tierra desde el lomo del buey y dijo,"¡Dios! ¡Feliz Año Nuevo!", el buey se sintió humillado. Los otros animales llegaron sucesivamente. El dios les dio la bienvenida y anunció: "El primer lugar es para la rata, le siguen el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y por último, el jabalí". Así empezó la fiesta de los animales elegidos. En ese momento apareció corriendo el gato, muy furioso y dijo: "¡Con que me has engañado!", refiriéndose a la rata. Esta huyó en cuanto vio al gato, quien no pudo contener su cólera porque no pudo ser elegido. Por eso todavía el gato sigue persiguiendo a la rata.

En este recién y estrenado 2011 tenemos asuntos pendientes, nuevos proyectos y muchos deseos para que todo nos salga bien. Aprovechemos la suerte del "conejo", olvidemos lo malo que haya pasado el año anterior, aprendamos de nuestros errores y hagamos de este 2011 un inolvidable Año del Conejo.

新年明けましておめでとうございます
¡¡¡akemashite omedeto gozaimasu!!!
¡¡¡Feliz Año Nuevo!!!
¡¡¡Feliz "Usagidoshi"!!!

viernes, 17 de diciembre de 2010

Navidades niponas

En Japón, la Navidad o “kurisumasu” no es una fiesta nacional, aunque cada año es celebrada por más japoneses eso sí, de una manera muy comercial. En estas fechas las ciudades japonesas se llenan de luces y los comercios hacen su agosto en el país paraíso de las compras. Las tiendas y grandes almacenes se visten de navidad adoptando la imagen occidental de las navidades, que han ido incorporando en los últimos años, sobre todo influenciados por los Estados Unidos; grandes árboles de navidad, guirnaldas, regalos, luces muchas luces, si hay algo que llame la atención en esta época es la iluminación tan atractiva que se coloca en la calles de cualquier ciudad de Japón. La Navidad se vive como una manera de disfrutar con la familia, es un momento muy festivo para decorar las calles y para disfrutar de un ambiente realmente agradable.

Desde luego las navidades en Japón no tienen quizás ese significado tan religioso como en occidente, ni se viven como y desde el punto de vista cristiano. Más que las navidades, lo que se celebra es el Año Nuevo o “shougatsu”. El 23 de diciembre es festivo en Japón: fiesta nacional con motivo del cumpleaños del Emperador. La Nochebuena es sinónimo de noche romántica en Japón entre las parejas jóvenes, es una especie de “San Valentín”. El día de Navidad, 25 de diciembre , no se celebra y ni siquiera es festivo.
Sin embargo, la llegada del Año Nuevo sí se celebra en Japón de una manera muy especial. Son sin duda los días festivos más importantes del calendario nipón. A finales de diciembre en las casas y hogares japoneses se hace “susu-harai”; una limpieza general y exhaustiva que prepara la casa para el Año Nuevo y donde se “echa fuera la mala suerte”, permitiendo que entre la bonanza con el nuevo año. En la última noche del año, la Nochevieja o “o-misoka”, las familias se reunen para degustar y comer “toshi-koshi soba”, un tipo de fideos que representan el deseo de una vida longeva y prospera.

El año nuevo se recibe en los templos donde se acude tras escuchar “Joya no kane”, justo antes de medianoche, las campanas de los templos suenan 108 veces (8 veces en el Año Viejo y 100 veces en el Año Nuevo), por los 108 pecados del hombre en la tradición budista. Se dice que si se escuchan todas las campanadas, se pueden liberar de todos los pecados.

Durante los días anteriores y posteriores al Año Nuevo, se celebran diferentes fiestas para olvidar los problemas y preocupaciones del año que se va acabar y para recibir al nuevo, normalmente estas fiestas van acompañadas de comidas típicas, productos y alimentos que simbolizan y representan, longevidad, prosperidad, suerte……. También es típico decorar las entradas de las casas con el “kadomatsu” y el “matsukasari”, decoraciones hechas de pino o pino y bambú, las cuales se supone que atrae la buena suerte a la casa. Otro tipo de decoración es el “shimenawa”, una cuerda sagrada hecha de paja en el que se cuelgan tiras de papel en zig zag, que se pone en las entradas de las casas para prevenir que los malos espíritus penetren en ellas.


Tampoco en estas fiestas pueden faltar los ikebanas; estos desempeñan un papel importante pues a través de los arreglos se expresan deseos y propósitos para el mundo de su entorno.


En la composición de estos se suelen utilizar el pino, símbolo de la juventud eterna porque siempre está verde; bambú, representa la paz y la tranquilidad; el ciruelo, simboliza la paz y pureza; el crisantemo, una larga vida ….. Los ikebanas que realizamos en mi escuela, además de utilizar los materiales antes mencionados, solemos usar también piñas, pequeñas Flores de Pascua o poinsetias, velas y pequeñas figuras de “origami”, normalmente una grulla que simboliza la longevidad, salud y felicidad; la grulla en Japón es un animal sagrado que dicen puede vivir hasta 1000 años, de aquí su simbología.

La foto que a continuación os muestro es un detalle de uno de los ikebanas de Navidad que he realizado.


Y llegado a estas alturas no me queda mas que compartir con todos vosotros mis mejores deseos navideños de amor, paz y amistad; que tengáis amor y no dolor; que escuchéis te amo y te quiero, no sólo silencio; que os den amistad y no soledad; que os abracen sinceramente y no os den palmaditas en la espalda; que tengáis días de luz y no de oscuridad; que os hablen con la verdad y no con mentiras; que os acaricien vuestras manos y no la brisa del viento; que os digan “te extraño”, y no sólo “cómo estás”; todo esto os deseo y más en estas Navidades…..

¡Feliz Navidad!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Haikus de otoño

En el més de abril publiqué un artículo titulado "ikebanas y haikus". Para los que no lo recuerden o no lo hayan leído, el "haiku" es una de las más importantes y extendidas formas poéticas de la poesía tradicional japonesa.

Tradicionalmente está formado por tres versos, describe de manera muy breve y concisa un instante, un momento, un flash que ilumina ese preciso instante; normalmente relacionado con la naturaleza y casi siempre un paisaje contemplado en las diferentes estaciones del año.

Según Matsuo Basho, que fue considerado el padre del género, “un haiku es simplemente lo que está sucediendo en ese lugar en ese momento”.


Espero que estos cortos, breves, escuetos y concisos "haikus de otoño", llenos de sentimientos, pensamientos y percepciones, os gusten.

Llega el otoño;
el mar y el campo tienen
el mismo verde (Matsuo Basho)

Plenilunio de otoño;
paseo en torno al estanque
toda la noche (Matsuo Basho)

Cientos de colinas
miles de arces carmín
y un solo arroyo (Masaoka Shiki)

Tarde de otoño;
también hay alegría
en estar solo (Yosa Buson)

Mañana de otoño,
detrás del visillo
renuevo mis propósitos (Yosa Buson)

El viento de otoño
mueve la persiana de bambú
mi corazón (Hattori Ransetsu)

Nace el otoño.
Se deslizan las nubes
y se ve el viento (Miura Chora)

En atuendo de viajante,
una grulla en las lluvias tardías de otoño:
el venerable maestro Basho (Miura Chora)

En el estanque
la hoja flotante se mueve.
Noche fresca (Takahama Kyooshi)

martes, 2 de noviembre de 2010

El otoño de mi barrio

No es por nada, pero tengo la suerte y privilegio de vivir en una de las zonas que más bonitas vistas puede tener de Madrid, desde ella puedo contemplar edificios y monumentos tan emblemáticos como el Palacio Real, los jardines de Palacio o Campo del Moro, la catedral de La Almudena, los edificios de la Plaza de España, la iglesia de San Francisco el Grande..............
Ayer mientras paseaba a Sockers (mi perro) hice estas fotografías con el móvil; donde he tratado de reflejar el cambio de color de los diferentes arboles de la zona, que aunque permanecen bastante verdes, pues esta siendo un otoño muy suave, ya podemos ver en la mayoría el cambio de color de sus hojas; como los granados de la foto superior o bien los cerezos que en primavera fotografié, van cambia de aspecto, del entonces color rosa de la flor del cerezo al amarillo, ocre y rojizo de las hojas, de la foto inferior.Estoy seguro que hay otras muchas zonas por Madrid o por otras ciudades y pueblos de nuestra geografía, que nos permiten disfrutar del romántico y cromático otoño.

viernes, 22 de octubre de 2010

Los colores del otoño español

Cuando escribí el artículo sobre el “sakura”, alguien me comentó que no hacía falta irse al Japón para contemplar la flor del cerezo, pues en Extremadura, en el Valle del Jerte, ocurría un espectáculo similar; efectivamente, así era y de hecho posteriormente escribí unos artículos sobre el “sakura español” y el “sakura castizo”. Solo quería aclarar que este blog versa principalmente sobre el Ikebana, un arte ancestral de la cultura japonesa, y todo aquello relacionado de manera directa o indirectamente entre el ikebana y la cultura nipona.
No obstante y al igual que tenemos “sakura español”, también podemos hablar y disfrutar del “koyo español”, nuestro otoño no desmerece nada del “koyo” japonés; el paisaje en esta época es el protagonista principal cuando llega y nos visita de nuevo. Tenemos el privilegio de vivir en un país rico y variado por su cultura, costumbres, gastronomía, geografía..... Este tipo de “espectáculos naturales” es muy seguido por los amantes de la naturaleza en diversos puntos del planeta, no solo en Japón, en otras partes del mundo y por supuesto en España.
En mi opinión es el otoño la estación más vistosa y sin duda la más romántica que también llega a nuestros bosques, parques y jardines, las hojas de los árboles caducifolios van cambiando día a día, poco a poco su aspecto y color. Una estación ideal para observar cómo la naturaleza muta y cambia ante nuestros ojos, lugares ideales y espectaculares que cambian con el follaje otoñal, una estación que se presta a caminar y recorrer las áreas naturales, los parques nacionales, los caminos pequeños que conectan pueblos y comarcas, sus bosques, parques y jardines, paisajes renovados con la paleta que traen los colores del otoño; días templados, hojas caídas por el peso del primer del rocío, tiempo de calma y reflexión que invitan a la lectura, a escuchar música, a relajarse, tiempo de vendimiar, de salir a buscar setas por el bosque, tiempo de reentré en las ciudades, de renovada actividad......
A lo largo de toda nuestra geografía son muchos los espacios donde contemplar y disfrutar este espectáculo de color: Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca), Selva de Irati (Navarra), Castañar de El Tiemblo (Ávila), Hayedo de Montejo de la Sierra (Comunidad de Madrid), Bosque de Soto de Sajambre (León), Bosque de Turieto Bajo (Huesca), Bosque de Muniellos (Asturias), Valle del Ambroz (Extremadura).....; espacios naturales o simplemente parques y jardines, como el Parque del Retiro en Madrid, los que nos ofrecen excelentes opciones para acercarnos y disfrutar del progresivo cambio cromático de las hojas de los arces, castaños, abedules, hayas, fresnos, olmos, chopos, acacias, tilos, sauces, nogales, álamos, quejigos, robles…….
En apenas dos meses los árboles pasan de estar verdes a no tener ninguna hoja, mientras tanto sus hojas han recorrido los más bellos colores desde el verde pálido, los amarillos y los ocres más diversos mezclados con tonos naranjas, rojizos o pardos, este cambio cromático cambia el paisaje y aspecto de nuestros bosques, parajes, valles, parques, jardines que conviven con el verde de los árboles de hoja perenne, llenando estos espacios de una luz rojiza, diferente y mágica.