viernes, 17 de diciembre de 2010

Navidades niponas

En Japón, la Navidad o “kurisumasu” no es una fiesta nacional, aunque cada año es celebrada por más japoneses eso sí, de una manera muy comercial. En estas fechas las ciudades japonesas se llenan de luces y los comercios hacen su agosto en el país paraíso de las compras. Las tiendas y grandes almacenes se visten de navidad adoptando la imagen occidental de las navidades, que han ido incorporando en los últimos años, sobre todo influenciados por los Estados Unidos; grandes árboles de navidad, guirnaldas, regalos, luces muchas luces, si hay algo que llame la atención en esta época es la iluminación tan atractiva que se coloca en la calles de cualquier ciudad de Japón. La Navidad se vive como una manera de disfrutar con la familia, es un momento muy festivo para decorar las calles y para disfrutar de un ambiente realmente agradable.

Desde luego las navidades en Japón no tienen quizás ese significado tan religioso como en occidente, ni se viven como y desde el punto de vista cristiano. Más que las navidades, lo que se celebra es el Año Nuevo o “shougatsu”. El 23 de diciembre es festivo en Japón: fiesta nacional con motivo del cumpleaños del Emperador. La Nochebuena es sinónimo de noche romántica en Japón entre las parejas jóvenes, es una especie de “San Valentín”. El día de Navidad, 25 de diciembre , no se celebra y ni siquiera es festivo.
Sin embargo, la llegada del Año Nuevo sí se celebra en Japón de una manera muy especial. Son sin duda los días festivos más importantes del calendario nipón. A finales de diciembre en las casas y hogares japoneses se hace “susu-harai”; una limpieza general y exhaustiva que prepara la casa para el Año Nuevo y donde se “echa fuera la mala suerte”, permitiendo que entre la bonanza con el nuevo año. En la última noche del año, la Nochevieja o “o-misoka”, las familias se reunen para degustar y comer “toshi-koshi soba”, un tipo de fideos que representan el deseo de una vida longeva y prospera.

El año nuevo se recibe en los templos donde se acude tras escuchar “Joya no kane”, justo antes de medianoche, las campanas de los templos suenan 108 veces (8 veces en el Año Viejo y 100 veces en el Año Nuevo), por los 108 pecados del hombre en la tradición budista. Se dice que si se escuchan todas las campanadas, se pueden liberar de todos los pecados.

Durante los días anteriores y posteriores al Año Nuevo, se celebran diferentes fiestas para olvidar los problemas y preocupaciones del año que se va acabar y para recibir al nuevo, normalmente estas fiestas van acompañadas de comidas típicas, productos y alimentos que simbolizan y representan, longevidad, prosperidad, suerte……. También es típico decorar las entradas de las casas con el “kadomatsu” y el “matsukasari”, decoraciones hechas de pino o pino y bambú, las cuales se supone que atrae la buena suerte a la casa. Otro tipo de decoración es el “shimenawa”, una cuerda sagrada hecha de paja en el que se cuelgan tiras de papel en zig zag, que se pone en las entradas de las casas para prevenir que los malos espíritus penetren en ellas.


Tampoco en estas fiestas pueden faltar los ikebanas; estos desempeñan un papel importante pues a través de los arreglos se expresan deseos y propósitos para el mundo de su entorno.


En la composición de estos se suelen utilizar el pino, símbolo de la juventud eterna porque siempre está verde; bambú, representa la paz y la tranquilidad; el ciruelo, simboliza la paz y pureza; el crisantemo, una larga vida ….. Los ikebanas que realizamos en mi escuela, además de utilizar los materiales antes mencionados, solemos usar también piñas, pequeñas Flores de Pascua o poinsetias, velas y pequeñas figuras de “origami”, normalmente una grulla que simboliza la longevidad, salud y felicidad; la grulla en Japón es un animal sagrado que dicen puede vivir hasta 1000 años, de aquí su simbología.

La foto que a continuación os muestro es un detalle de uno de los ikebanas de Navidad que he realizado.


Y llegado a estas alturas no me queda mas que compartir con todos vosotros mis mejores deseos navideños de amor, paz y amistad; que tengáis amor y no dolor; que escuchéis te amo y te quiero, no sólo silencio; que os den amistad y no soledad; que os abracen sinceramente y no os den palmaditas en la espalda; que tengáis días de luz y no de oscuridad; que os hablen con la verdad y no con mentiras; que os acaricien vuestras manos y no la brisa del viento; que os digan “te extraño”, y no sólo “cómo estás”; todo esto os deseo y más en estas Navidades…..

¡Feliz Navidad!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Haikus de otoño

En el més de abril publiqué un artículo titulado "ikebanas y haikus". Para los que no lo recuerden o no lo hayan leído, el "haiku" es una de las más importantes y extendidas formas poéticas de la poesía tradicional japonesa.

Tradicionalmente está formado por tres versos, describe de manera muy breve y concisa un instante, un momento, un flash que ilumina ese preciso instante; normalmente relacionado con la naturaleza y casi siempre un paisaje contemplado en las diferentes estaciones del año.

Según Matsuo Basho, que fue considerado el padre del género, “un haiku es simplemente lo que está sucediendo en ese lugar en ese momento”.


Espero que estos cortos, breves, escuetos y concisos "haikus de otoño", llenos de sentimientos, pensamientos y percepciones, os gusten.

Llega el otoño;
el mar y el campo tienen
el mismo verde (Matsuo Basho)

Plenilunio de otoño;
paseo en torno al estanque
toda la noche (Matsuo Basho)

Cientos de colinas
miles de arces carmín
y un solo arroyo (Masaoka Shiki)

Tarde de otoño;
también hay alegría
en estar solo (Yosa Buson)

Mañana de otoño,
detrás del visillo
renuevo mis propósitos (Yosa Buson)

El viento de otoño
mueve la persiana de bambú
mi corazón (Hattori Ransetsu)

Nace el otoño.
Se deslizan las nubes
y se ve el viento (Miura Chora)

En atuendo de viajante,
una grulla en las lluvias tardías de otoño:
el venerable maestro Basho (Miura Chora)

En el estanque
la hoja flotante se mueve.
Noche fresca (Takahama Kyooshi)

martes, 2 de noviembre de 2010

El otoño de mi barrio

No es por nada, pero tengo la suerte y privilegio de vivir en una de las zonas que más bonitas vistas puede tener de Madrid, desde ella puedo contemplar edificios y monumentos tan emblemáticos como el Palacio Real, los jardines de Palacio o Campo del Moro, la catedral de La Almudena, los edificios de la Plaza de España, la iglesia de San Francisco el Grande..............
Ayer mientras paseaba a Sockers (mi perro) hice estas fotografías con el móvil; donde he tratado de reflejar el cambio de color de los diferentes arboles de la zona, que aunque permanecen bastante verdes, pues esta siendo un otoño muy suave, ya podemos ver en la mayoría el cambio de color de sus hojas; como los granados de la foto superior o bien los cerezos que en primavera fotografié, van cambia de aspecto, del entonces color rosa de la flor del cerezo al amarillo, ocre y rojizo de las hojas, de la foto inferior.Estoy seguro que hay otras muchas zonas por Madrid o por otras ciudades y pueblos de nuestra geografía, que nos permiten disfrutar del romántico y cromático otoño.

viernes, 22 de octubre de 2010

Los colores del otoño español

Cuando escribí el artículo sobre el “sakura”, alguien me comentó que no hacía falta irse al Japón para contemplar la flor del cerezo, pues en Extremadura, en el Valle del Jerte, ocurría un espectáculo similar; efectivamente, así era y de hecho posteriormente escribí unos artículos sobre el “sakura español” y el “sakura castizo”. Solo quería aclarar que este blog versa principalmente sobre el Ikebana, un arte ancestral de la cultura japonesa, y todo aquello relacionado de manera directa o indirectamente entre el ikebana y la cultura nipona.
No obstante y al igual que tenemos “sakura español”, también podemos hablar y disfrutar del “koyo español”, nuestro otoño no desmerece nada del “koyo” japonés; el paisaje en esta época es el protagonista principal cuando llega y nos visita de nuevo. Tenemos el privilegio de vivir en un país rico y variado por su cultura, costumbres, gastronomía, geografía..... Este tipo de “espectáculos naturales” es muy seguido por los amantes de la naturaleza en diversos puntos del planeta, no solo en Japón, en otras partes del mundo y por supuesto en España.
En mi opinión es el otoño la estación más vistosa y sin duda la más romántica que también llega a nuestros bosques, parques y jardines, las hojas de los árboles caducifolios van cambiando día a día, poco a poco su aspecto y color. Una estación ideal para observar cómo la naturaleza muta y cambia ante nuestros ojos, lugares ideales y espectaculares que cambian con el follaje otoñal, una estación que se presta a caminar y recorrer las áreas naturales, los parques nacionales, los caminos pequeños que conectan pueblos y comarcas, sus bosques, parques y jardines, paisajes renovados con la paleta que traen los colores del otoño; días templados, hojas caídas por el peso del primer del rocío, tiempo de calma y reflexión que invitan a la lectura, a escuchar música, a relajarse, tiempo de vendimiar, de salir a buscar setas por el bosque, tiempo de reentré en las ciudades, de renovada actividad......
A lo largo de toda nuestra geografía son muchos los espacios donde contemplar y disfrutar este espectáculo de color: Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca), Selva de Irati (Navarra), Castañar de El Tiemblo (Ávila), Hayedo de Montejo de la Sierra (Comunidad de Madrid), Bosque de Soto de Sajambre (León), Bosque de Turieto Bajo (Huesca), Bosque de Muniellos (Asturias), Valle del Ambroz (Extremadura).....; espacios naturales o simplemente parques y jardines, como el Parque del Retiro en Madrid, los que nos ofrecen excelentes opciones para acercarnos y disfrutar del progresivo cambio cromático de las hojas de los arces, castaños, abedules, hayas, fresnos, olmos, chopos, acacias, tilos, sauces, nogales, álamos, quejigos, robles…….
En apenas dos meses los árboles pasan de estar verdes a no tener ninguna hoja, mientras tanto sus hojas han recorrido los más bellos colores desde el verde pálido, los amarillos y los ocres más diversos mezclados con tonos naranjas, rojizos o pardos, este cambio cromático cambia el paisaje y aspecto de nuestros bosques, parajes, valles, parques, jardines que conviven con el verde de los árboles de hoja perenne, llenando estos espacios de una luz rojiza, diferente y mágica.

viernes, 8 de octubre de 2010

"Koyo": las hojas rojas del otoño japonés

El pasado 23 de septiembre entró oficialmente la estación del otoño, aquí en España, concretamente a las 5 horas y 9 minutos.

Dicen que junto a la estación de la primavera, el otoño es la estación más bonita e impresionante para visitar Japón, es ahora cuando los paisajes nipones explotan en mil colores, aseguran que la tercera estación del año es la que más deslumbra al visitante, debe ser especialmente hermoso poder contemplar el colorido y tonos de los árboles, el espectacular cambio de color de las hojas de los árboles, del variado amarillo, al naranja, ocre, marrones y tonos rojizos de los bosques y jardines del otoño japonés; esta contemplación es una tradicional afición de los japoneses.
Como no podía ser de otro modo, en un país donde se vive y venera tan de cerca la naturaleza y se da tanta importancia al paso de las estaciones, el día que entra el otoño, es siempre motivo de celebración y festivo en Japón.

En Japón, se dice que el otoño es una buena época tanto para la comida como para la lectura y el deporte. Y no es de extrañar, puesto que después de un verano caluroso y húmedo como el japonés, en el que a uno se le quitan hasta las fuerzas y el apetito, el otoño trae muchos días de tiempo agradable, de temperaturas suaves y de preciosos y coloridos paisajes, escenario en el cual uno recupera el apetito y puede disfrutar de la gran variedad de productos e ingredientes otoñales, así como de las temperaturas ideales para sentirse cómodo tanto en el interior de las casas, embebido en lecturas varias, como al aire libre practicando deporte, motivo ideal para que por todo el país, se organizan festivales otoñales de toda índole: deportivos, culturales, gastronómicos ……..
Quizás la celebración o fiesta otoñal más popular sea la conocida como el “koyo”; literalmente esta palabra significa "hojas rojas" y rinde culto al follaje otoñal y sus espléndidas tonalidades. El “koyo” podríamos decir que más que un día festivo es un periodo, el periodo o época ideal para contemplar paulatinamente el cambio de color de las hojas de los árboles. Es una celebración más tranquila, debido a que las hojas rojizas y ocres no desaparecen tan rápido como las flores del cerezo. Por ello, se toma con más calma, aunque no es menos popular ir a disfrutar del sobrecogedor y visual espectáculo de las hojas secas y sus colores tan hermosos.
La temporada de “koyo” abarca los meses de septiembre, octubre y noviembre, y al igual que el “hanami” durante la primavera, se puede disfrutar desde los jardines públicos, a las calles alfombradas de rojo de muchas poblaciones o realizando excursiones en las afueras.


Así como en la primavera los japoneses se reúnen en los jardines o parques japoneses para celebrar el “hanami” (floración del cerezo), al comienzo del otoño se vuelven a reunir en el “koyo”, para celebrar el “momiji-gari” (avistamiento de las hojas de arce). Las hojas del arce japonés o “momiji”, son especialmente bellas, en esta época adquieren un caracteristico color rojizo, dejando fantasticos e increíbles paisajes coloristas; posiblemente sea el arbol más caracteristico del “koyo” y sin duda, el símbolo del “koyo” otoñal; pero otros árboles como el milenario “ginko” ofrece unas hermosas pinceladas doradas o el “zelkova” (olmo de agua) con sus tonos color terracota.

El otoño trae también su encanto y lo que “sakura” y “hanami” es para la primavera, la celebración del “koyo” y el “momiji-gari” es para el otoño.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Escuela Enshu: curso 2010/2011

Después del "parón" veraniego, comenzamos un nuevo curso en la Escuela Enshu; realmente la escuela comenzó el curso el pasado 6 de septiembre, yo mi incorporo este mes de octubre, con la llegada del otoño, una de las estaciones más bonitas y espectaculares del Japón; después de disfrutar mis vacaciones.

Un nuevo curso donde iré consolidando los conocimientos y técnicas del ikebana para ir alcanzando los diferentes niveles.

Con el comienzo del curso, también reinicio o continuo con los artículos que iré publicando en este blog y con el las fotografías de el ikebana de la semana.

Espero volver nuevamente a haceros participe de la pasión que llega a despertar este arte o al menos seguir dando a conocer este maravilloso arte llamado Ikebana.

¡Arigato gozaimasu!

sábado, 21 de agosto de 2010

In Memoriam; ¡no te olvidamos!

Llevo toda la semana algo decaído, apático, tristón, como tratando de eludir el día de hoy y según se ha ido acercando, una mezcla de sentimientos de tristeza, nostalgia, pena, recuerdos…., se han ido apoderando de mi. Hoy es uno de esos días, en los cuales bien lo evitarías, saltaría directamente al día siguiente o si pudiese incluso lo borraría del calendario, pero es imposible y al fin y al cabo forma parte de mi vida, me guste o no; hoy es un día especial, más bien diría tristemente especial, por ello me vais a permitir una pequeña licencia en este mi blog, en vuestro blog, una excepción al escribir este pequeño artículo, que aunque no esté relacionado con el mundo ikebana, es un artículo dedicado a mi padre, a su memoria y que un día como hoy, nos dejó.


Hace ya cuatro años que nos dejaste, es duro y difícil sobre todo al principio reanudar y continuar nuestra vida, nuestra rutina; dicen que el tiempo ayuda a olvidar ese sabor amargo y solo quedan los muchos y buenos recuerdos, después te vas acostumbrando a tu ausencia, aunque no al olvido, raro es el día en que no haya un momento que me acuerde de ti.

Por desgracia, todos éramos conscientes del triste desenlace, tú fuiste el primero en quererlo saber, en asumirlo, dándonos a todos una gran lección de fuerza, lucha, serenidad, valentía, dignidad y saber estar, como siempre lo hiciste a lo largo de tu vida.

Nadie podía escapar a tu educación, encanto, elegancia, honestidad, saber estar, sentido del deber , don de gentes, fuerza, coquetería, simpatía, alegría….; tu gran corazón te han hecho acreedor del cariño, el respeto y la admiración de todos cuantos te conocían, ya fuésemos familia, amigos, vecinos………..

La verdad es que te extraño mucho, extraño tu presencia, tu deambular por casa, lo mucho que disfrutabas con las reuniones familiares, los preparativos cuando celebrábamos algún evento, el espíritu navideño que contagiabas, tu constante viajar sin salir de casa, nuestras rutas de tapeo los sábados al mediodía, la seguridad que me daba saber que estabas siempre ahí cuando te necesitaba…; y me consta que sigues ahí, sigues guiándonos dondequiera que estés.


Mi mejor homenaje a tu memoria es este ikebana hecho con todo mi cariño, amor y recuerdo, un ikebana sencillo, elegante y único, tal cual eras.

¡Te quiero papá; te echo de menos!