miércoles, 3 de febrero de 2010

Cultura, arte y naturaleza

La cultura japonesa se caracteriza por una preferencia por la gracia interior, en oposición al esplendor exterior. El sentido de la belleza sugiere un mundo de armonía estética y emocional.

Posiblemente influenciados por su religión sintoísta, los japoneses conceden una gran importancia a la armonía entre el hombre y la naturaleza. Así esta armonía la muestran en todas las facetas de su vida, se puede contemplar claramente en el cuidado diseño de edificios, parques y jardines que tratan de conservar en lo posible las formas de la naturaleza. Los japoneses asimilaron y reinterpretaron magistralmente materiales y conceptos estéticos y filosóficos, logrando crear un arte singular, caracterizado por su refinamiento y exquisitez, donde lo pequeño, liviano y reemplazable llega a superar grandes realizaciones de otras culturas.


El espíritu japonés venera a las fuerzas de la Naturaleza que se manifiestan en el sintoísmo, budismo y más tarde en el Zen. Esta filosofía no conoce dios ni culto, ni se puede transmitir con palabras, sólo sugerir mediante símbolos que conducen a ese estado. De ahí deriva la unidad entre contemplación, intuición, poesía y estética, que se manifiesta en la ceremonia del té (Chanoyu), el arreglo floral (Ikebana), la arquería (Kendo), el teatro No, los Haikurus (poemas de diecisiete sílabas), la caligrafía (Shodo), la ceremonia del incienso (Kodo), la pintura y en otros artes.

El arte y cultura japonesa evidencian la proximidad entre la creación artística y una profunda intuición filosófica de la realidad.

lunes, 25 de enero de 2010

Herramientas y equipo

El equipo básico para elaborar un Ikebana es muy sencillo, lo podríamos resumir en unas tijeras para podar y cortar, un kenzan y un recipiente. Algunas de estas herramientas son importadas de Japón, pero son fáciles de sustituir; por ejemplo, las tijeras japonesas o “hasami” han sido especialmente diseñadas para cortar a través del tallo en una escala de grosor, pero no hay razón por la que no puedas usar unas tijeras normales, yo lo hago.

Probablemente, el utensilio más importante y característico del Ikebana, es el kenzan (foto derecha); una plataforma de plomo con multitud de clavos afilados en su superficie que facilita la sujeción del conjunto floral y a la vez actúa de contrapeso, deben de pesar mucho para balancear el peso de los diferentes materiales (flores, ramas…), las púas afiladas y juntas mantienen los tallos bien asegurados en su sitio. Pueden tener diferentes tamaños y formas: rectangulares, angulares, redondos, en forma de abanico; dependerá del recipiente que usemos para la composición. Otro tipo de sujeción es el “shippo”, un hierro circular con huecos donde colocamos las ramas, aunque este tipo no se utilice mucho.

De gran importancia es elegir adecuadamente el recipiente, dependiendo del estilo que vayamos a elaborar; para diseños “Moribana” podremos usar por ejemplo macetas muy poco profundas, bandejas de forma oval o circulares, platos anchos y poco profundos….., para “Nageire” jarrones altos, botellas, floreros estrechos…..

Otras herramientas y material para completar nuestro equipo son unas tijeras pequeñas con punta aguda que ayudarán a cortar las partes menudas y delicadas, cinta aislante o papel celo, rollo de alambre de diversos grosores y colores, trozos de tallo, madera y ramas, etc.

viernes, 22 de enero de 2010

Escuela Enshu de Ikebana

La Escuela Enshu, se funda hace más de 400 años, hacia el año 1600, por un culto y polifacético noble, Lord Kobori Enshu, líder artístico en el periodo Edo (siglo XVII aproximadamente). El talento de Lord Enshu era extenso, afamado maestro en la ceremonia del té, conocido arquitecto, diseñador de jardines, gran calígrafo, poeta, experto ceramista..........

En esta época se forma el nuevo estilo que da lugar al Ikebana actual, así como el estilo de la Escuela Enshu que se difunde rápidamente, no solo entre los nobles y samurais, sino entre el pueblo. Las lecciones y aprendizaje se basaban en la rigurosa observación del maestro.

La fama que adquiere la Escuela Enshu se percibe de manera notable en los grabados y estampas japonesas a color de Ukiyoe, un arte que también estaba en su apogeo en la misma época; en estos grabados se plasman las elegantes y bellas lineas de los arreglos florales. La mayoría de los Ikebanas pintados en los grabados de Ukiyoe, eran de nuestra escuela; el estilo Enshu se divulga y difunde ampliamente por todo el país.

A finales del siglo XIX, los occidentales que visitaban Japón se interesaron especialmente por las características representaciones curvilíneas de nuestra escuela. Algunos de ellos al regresar a sus países de origen, publicaron libros. Estos Ikebanas compuestos con bellas lineas curvas fueron novedosos y también influenciaron en los arreglos florales occidentales de entonces.

En el año 1972, la maestra (sensei) Masako Ishibashi establece en España, concretamente en Madrid, la Escuela Enshu de Ikebana, de la cual formo parte y en la que en el día de hoy se conserva la técnica y espíritu tradicional; aunque a lo largo del tiempo, se hayan desarrollado nuevos estilos acordes con los cambios sociales y de modo de vida.

lunes, 18 de enero de 2010

Como me convertí en "Ikebanaka"

Realmente, no sé si el termino "ikebanaka" es correcto, también he oído y visto alguna vez "ikebanista" pero me suena más a carpintero y no es por nada, "ikebanaka" es más sonoro, la verdad que resulta más "japo" (con todos mis respetos); yo me pregunto ¿si el que practica kárate es karateka, el que practica judo es judoka, el que practica aikido es aikidoka, supongo que quien practique Ikebana será ikebanaka?, pues si es así, ikebanaka soy, en ikebanaka me convertí.

El mundo floral, con sus formas, colores y olores siempre me ha llamado la atención. Cuando a casa llegaba un ramo de flores, era el encargado de colocar el ramo de turno, también cuando llegaban las navidades o se celebraba algún evento familiar, realizaba centros de mesa usando flores y fruta.

Hasta hace algo más de dos años, aunque si había oído hablar del arreglo floral japonés como algo meramente decorativo, desconocía por completo la filosofía y arte del Ikebana. Fue un amigo y al que desde aquí le doy las gracias por haberlo hecho, ¡gracias Raúl!, el que propiamente me descubrió el mundo Ikebana. Desde entonces se ha ido convirtiendo en algo apasionante, creativo, relajante, expresivo, comunicativo y no solo y exclusivamente el arte del Ikebana, en general la cultura japonesa, poco a poco voy descubriendo otras artes, tradiciones, costumbres sumamente fascinantes y curiosas

En esta foto podéis ver el primer diploma que me concedió la Escuela Enshu de España, en el cual me acredita como miembro y alumno de la misma. Al final de cada ciclo los alumnos podemos solicitar el diploma correspondiente acreditativo del nivel alcanzado. Estos diplomas son emitidos por la central de la Escuela Enshu de Ikebana en Kyoto.

viernes, 15 de enero de 2010

Escuelas de Ikebana


No hay un registro exacto de las numerosas y miles de escuelas de Ikebana que actualmente puedan existir solo en Japón. Cada escuela de Ikebana, tiene su propio conjunto de reglas, técnicas, características, costumbres, simbologías y aunque cada una es diferente de la otra, tienen en común el principio de tres líneas que forman el triangulo universal, representado por el Cielo, el Hombre y la Tierra. Algunas de estas escuelas son Enshu, Ohara, Ikenobo, Sogetsu, Ruysei-Ha, Ichiyo, Misho-Ryu, Koryu, Chiko…..…; como se suele decir: ni son todas las que están, ni están todas las que son, pero probablemente, por su antigüedad, prestigio, importancia, relevancia o fama, las más conocidas sean:

Escuela IKENOBO: se considera el alma del Ikebana, la escuela más antigua y tradicional de todas, posee más de 500 años de antigüedad. Fundada por el sacerdote Ikenobo Senkei en el siglo XV; cuentan que el sacerdote contemplaba cómo los fieles acudían a los templos con ramos y flores como ofrenda, y cómo descubrió que según fueran los motivos que llevaban a los feligreses al templo, arreglaban las flores de una manera u otra. Comprendió que quien iba al templo a pedir salud o el que iba a pedir una buena cosecha, plasmaba esos deseos en el arreglo de las flores que llevaba. En el siglo XVIII los diseños eran sobrios y simples, constituidos por tres ramas principales que formaban una unidad para expresar los cambios constantes de la vida. En la actualidad aún perdura con la 45ª generación de maestros de Ikebana.

Escuela KORYU: también conocida por Ko. Recibía clara influencia del estilo Ikebono. Sus composiciones eran conocidas como Nageire, caracterizadas por la espontaneidad estilística. La Escuela de Koryu está particularmente preocupada por las reglas y formas geométricas de los diferentes arreglos. Fue fundada en 1900 por Tsunoda Mansaku. El lema de esta escuela es: “ikebana es el reflejo espiritual de uno mismo”.

Escuela MISHO-RYU: fue fundada a principios del año 1800 por Ippo Mishou-sai. La palabra “Misho” quiere expresar ese elemento anterior a la vida, es decir, el origen y la fuente de lo que será posteriormente la existencia del ser. Para el Primer Gran Maestro Ippo Mishou-sai, esa fuente anterior a la existencia era el universo o cosmos, fue reflexionando acerca de las ideas del cielo y de la tierra, del Ying y del Yang, tomado de la filosofía china, de la vida y la muerte, para poder alcanzar de esta manera la esencia del universo y reflejarlo en el Ikebana. A partir de ellas, estableció la forma definitiva de su estilo en las tres ideas del cielo, la tierra y el hombre; de este modo, Ippo Mishou-sai desarrolló y consolidó la teoría del “Kado” (camino de las flores) y la estructura de la composición floral. Por tanto, podemos decir que dicha teoría del “Kado” supone una filosofía basada en una recopilación de la filosofía china, el confucionismo, el taoísmo y el budismo Zen. La Escuela Misho busca por medio del Ikebana, encontrar el camino del propio entendimiento espiritual, aspirando a la liberación de todo aquello que perturbe al alma y llegar a la consecución de la verdad.

Escuela OHARA: a principios del siglo XX, Ohara Unshin fundó su escuela e introdujo su propio estilo, llamado Moribana. Al principio los deseos de Ohara era ser escultor, pero como no pudo, se dedicó al Ikebana. Empezó aprendiendo en la escuela Ikenobo, pero le pareció un estilo demasiado rígido. Por eso decidió crear su propia escuela añadiéndole materiales extranjeros, ya que el autor tenía más libertad de expresión. A lo largo del siglo XX, esta escuela ha cosechado más éxito que las antiguas escuelas.

Escuela SOGETSU: también creada en el siglo XX. Fue creada por un grupo de críticos que no estaban de acuerdo con los estilos clásicos que fundaron la Escuela Sogetsu (1927), liderada por Sofu Teshigahara. En esta escuela y con la introducción de su estilo, el Zen´ei ikebana, se da una total libertad al artista, revolucionando el mundo del Ikebana con la introducción de nuevos materiales como plástico, yeso o acero en sus creaciones.

Escuela ENSHU: escuela de la cual formo parte, no es la más antigua, ni la más importante, pero es mi escuela y como tal creo que hablar de ella, merece un apartado aparte.

miércoles, 13 de enero de 2010

Estilos de Ikebana

Son miles de Escuelas de Ikebana, las que funcionan solo en Japón. Actualmente el Ikebana se ha extendido por todo el mundo, con la formación y aparición de diferentes escuelas, asociaciones, organizaciones. El estilo del Ikebana ha ido evolucionando con el paso del tiempo, aunque en la mayoria de las Escuelas, se practican principalmente los estilos siguientes:

Estilo Rikka

Posiblemente sea el primer estilo conocido, la base del resto de estilos. En el siglo VI los arreglos florales, hasta entonces desconocidos, comenzaron a verse en ambos lados de los altares de los templos budistas, los cuales se extendieron por todo el país en los siglos subsiguientes. Rígidos y voluminosos, con el objeto de conservar la armonía con el imponente templo, estos “Rikka” o “flores enhiestas” se destacaban en alto grado sobre ornados recipientes de bronce. Las extremidades de sus ramas, como también las flores, señalaban hacia el cielo para indicar la fe. También se podía dividir entre una parte de luz y otra de sombra (algo que en China se conocía como Ying y Yang). En un principio lo componian siete lineas, cada una de las cuales representaba una parte del Monte Meru (cosmología budista), posteriormente, se modificaron, pasando a ser de nueve o incluso once ramas. Actualmente, se halla pasado de moda y esta considerado como una forma anticuada del arte floral.

Estilo Shoka o ShinShoka

Se trata de un perfeccionamiento más sencillo del estilo Rikka llevado a cabo por el maestro Senjo Ikenobo. Sus composiciones son de tres ramas y mayoritariamente con forma triangular. Representan el cielo, el hombre y la tierra, que son las tres partes en las que dividen el universo. Dicho estilo se caracteriza por el orden, presentando los elementos de sus composiciones de una manera natural, tal y como se manifiestan cuando están en libertad.

Estilo Nagueire

Teniendo como patrón a seguir una estructura triangular y una armonía cromática, el resto de la composición queda en manos de la espontaneidad del creador. Una de las formas típicas del Nagueire es la que está compuesta por una rama larga y a partir de ella unas flores situadas en la base.Proviene del estilo Rikka, se usó para denominar a las lujosas creaciones que tuvieron cierta fama durante el s. XVII. Este estilo se realiza en recipientes altos de boca estrecha (tipo jarrón).

Estilo Moribana

Usado por el creador de la escuela Ohara, Ohara Unshin, el estilo Moribana rompe con las características de los estilos más antiguos, desmarcándose del resto al usar flores que eran importadas y la estructura triangular clásica, pero dándole un plano tridimensional. En las creaciones del estilo Moribana se hace una división en cuatro cuartos, cada uno de ellos representa una estación del año y decorado con las flores de la estación. Proviene de las palabras moru=acumular, juntar y hana=flor, y se practica en recipientes planos. Quizás sea el que más se ajusta al temperamento y gusto europeo.

Estilo Libre

Estilo caracterizado por la libertad que se le da a la hora de crear las composiciones, dejando de lado las normas impuestas por las escuelas antiguas. En sus composiciones, rompían con todo lo establecido, usando elementos nuevos, como el plástico o el cristal, tomando patrones hasta ese día nunca establecidos y en definitiva, dejando rienda suelta a su imaginación, sin limitar en ningún aspecto.

lunes, 11 de enero de 2010

Simbolismo y técnica


Todo Ikebana, esta compuesto por tres líneas básicas y fundamentales que constituyen la base del arreglo floral, este principio tiene su origen en el budismo y es un principio espiritual. Estas lineas representan la luz y la sombra (como concepto de personalidad) y lo que podríamos llamar el "Principio del Tres" (como concepto cósmico), representado por tres líneas maestras de diferentes alturas que rigen el universo: el Cielo (Shin), el Hombre (Gyo) y la Tierra (Tome); todo lo que hay en el Cielo, sol, luna, nubes, aire, lluvia... da energía y alimenta a la Tierra, la Tierra la transmite a lo seres vivos, el Hombre, plantas, flores, animales...... produciendo y manteniendo el equilibrio y armonía universal.

Cada flor, cada rama que colocamos en un Ikebana no solo representarán los símbolos mencionados; así mismo, cada flor en su especie, tiene un significado: si uno pone por ejemplo una dalia , significará agradecimiento, si pone una caléndula significará separación, si pone una yedra significara amistad; por otro lado flores completamente abiertas, hojas marchitas o secas, representarán el pasado, flores a medio abrir y hojas perfectas, el presente, capullos, flores sin abrir que sugieren un futuro crecimiento. En las composiciones de Ikebana, los ramos y las flores se colocan asimetricamente, de manera ternaria y tienden a formar un triángulo.

Las flores y las ramas se deben equilibrar sin resultar demasiado recargadas: ahí reside el antiguo arte del Ikebana, que es mucho más que un simple ornamento floral. Podando las ramas laterales y las hojas para revelar la línea, o seleccionado solamente unas pocas flores, de acuerdo con el principio de la simplicidad, se puede conseguir un efecto más fuerte y poderoso, otorgando la forma de lo que queremos expresar. Los verdaderos artistas del Ikebana son capaces de conjugar sencillez, equilibrio y belleza para alcanzar la paz y mantener la armonía.